Aunque el sonido es imperceptible a la vista, existen diferentes herramientas mediante las cuales se puede medir y conocer sus propiedades con precisión. La Real Academia Española lo define como: «Sensación producida en el órgano del oído por el movimiento vibratorio de los cuerpos, transmitido por un medio elástico, como el aire». Desde el punto de vista de la física, el sonido es un fenómeno relacionado con la difusión de una onda que genera una vibración en un cuerpo. Cuando se propaga, el sonido transporta materia, pero no energía.
Unidad de medida del sonido
Hay que tener en cuenta que, para que podamos escuchar algo, debe haber una vibración en el aire o en el agua. La vibración se produce mediante ondas. Para poder medir el sonido, es imprescindible conocer los distintos factores.
En primer lugar, la altura. Se dice que un sonido es agudo o grave, y la altura se mide en hercios (Hz). En segundo lugar, el timbre. En función de la procedencia de la emisión, el sonido tiene un determinado timbre. Y, en tercer y último lugar, la intensidad. Es lo que se conoce como volumen en un equipo de música, y se mide en decibelios (dB).
Teniendo esto en cuenta, es fácil llegar a la conclusión de que el sonido no se mide simplemente con una unidad, sino que hay que tener en cuenta estos parámetros, cada uno de los cuales se mide con una unidad de medida distinta.
Existen diferentes medios para medir el sonido, siendo los más habituales son los siguientes:
- Sonómetro: mide el presión del sonido en decibelios. Los sonómetros más avanzados del mercado pueden calcular la media de la presión sonora cuadrática a lo largo del tiempo.
- Analizador de frecuencia: analiza de forma simultánea todas las bandas de frecuencia de interés.
- Calibrador: se trata deinstrumento destinado a calibrar la medida que ofrece un sonómetro.
Por último, cabe señalar que el oído humano es capaz de capar frecuencias de ondas que se encuentran entre los 20 y los 20.000 Hertz. Las ondas que se encuentran por debajo de los 20 Hertz son sonidos graves que el oído humano no puede captar. Se les conoce por el nombre de infrasonido. Por otro lado, las ondas más agudas (más cortas) son conocidas como ultrasonido, y el oído humano tampoco las capta. Es interesante saber que algunos animales, como perros o gatos, sí son capaces de escuchar estas frecuencias.
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