El microscopio es quizás el artilugio que todo estudiante necesitaría poder utilizar al menos una vez en su vida. Gracias a este se pueden analizar muestras de todo tipo y la verdad es que nos abre a un mundo que es sin duda, fascinante. Veamos a continuación cómo se usa un microscopio y para qué se utiliza.
¿Cómo se usa un microscopio y para qué se utiliza?
El microscopio es un dispositivo científico que permite ampliar la imagen de objetos pequeños. Esta operación se realiza gracias a una lente. Con un microscopio es posible observar los detalles más pequeños . Hay tres operaciones principales que puede realizar cuando tiene esta herramienta en sus manos: ampliar la imagen de una muestra, separar y hacer visibles los detalles.
Uno de los componentes principales está ciertamente representado por el objetivo, que lo que nos permite ampliar la imagen. Los objetivos pueden ser acromáticos , especialmente en el caso de modelos para aficionados, o planos en los microscopios utilizados en el campo biológico para examinar y observar los portaobjetos. Luego existen otros tipos de lentes siempre pensados para uso profesional. En general, estos elementos son intercambiables y la capacidad de aumento varía.
Otro componente fundamental de un microscopio es el ocular, que es la parte sobre la que apoyamos el ojo. Los oculares pueden ser dos (microscopio binocular) o también uno solo (microscopio monocular).
Los microscopios binoculares garantizan una observación más cómoda. En estos casos, se debe prestar atención al valor de la distancia pupilar, es decir, la distancia mínima entre el ojo y el ocular. El consejo para quienes usan gafas es quitárselas y usar el microscopio ajustando con precisión la distancia pupilar.
Las ampliaciones
Otra de las cosas a tener en cuenta a la hora de usar el microscopio es saber cuánto aumenta. El poder de la magnificación es valor que se calcula cuando se multiplica la potencia de aumento del ocular y el objetivo.
Tener lentes intercambiables significa poder contar con valores de aumento crecientes. Sin embargo, no debemos olvidar que cuanto mayor sea el aumento, mayor también puede ser la distorsión de las imágenes.
La iluminación
La iluminación es otro elemento clave en el uso de un microscopio. La luz se utiliza para distinguir mejor los distintos detalles de una imagen. El tipo de iluminación presente en los modelos más sofisticados es el de Kholer . En los modelos accesibles para todos, la iluminación está asegurada gracias a un sistema LED.
Principales pasos para el uso de un microscopio
Una vez ya sabemos para qué sirve y de qué elementos se compone este artilugio científico, veamos todos los pasos para usarlo correctamente:
- Sacamos el microscopio de la bolsa de polvo que lo envuelve y lo protege cuando no está en uso.
- Asegúrate de que el enchufe esté insertado correctamente en la toma.
- Colocamos el microscopio sobre una superficie de apoyo. Siempre mejor en posición central para evitar caídas accidentales.
- Encendemos la luz del microscopio (la encontrarás a un lado).
- Posicionamos la muestra que pretendemos observar y la fijamos con las pinzas que hay sobre la bandeja de colocación.
- La muestra debe colocarse en el centro de manera que la luz pase a través de ella.
- Ajustamos el condensador para que la diapositiva se ilumine con la cantidad adecuada de luz. Si no se emite ningún haz de luz, el diafragma no está abierto.
- Usamos la lente y comenzamos con el enfoque de la imagen. En primer lugar, también se deben ajustar los oculares y su distancia.
- También tendremos que cambiar los objetivos para que podamos observar de cerca la muestra en función del poder de aumento de cada objetivo.
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