Si su casa tiene una base de madera o si posee muchos muebles de madera, es posible que deba aplicar un tratamiento contra las termitas varias veces en su vida.
Perforación de agujeros para verter productos químicos
Las termitas son un tipo de insecto particularmente pernicioso que puede dañar rápidamente cualquier superficie de madera de su casa. Es por eso que debe tomar medidas para erradicarlos tan pronto como detecte una infestación. Uno de los métodos más exitosos para tratar las termitas es perforar agujeros en las estructuras de cemento de su casa y verter en ellas productos químicos que destruyan las plagas. Una desventaja de este método es que quedarán agujeros una vez finalizado el tratamiento.
Sin embargo, esto se puede reparar fácilmente, simplemente tiene que rellenar los agujeros con masilla para mampostería. Hay muchas marcas de masilla para elegir, pero es mejor comprar una masilla resistente a los álcalis, ya que la mayoría de los cementos son altamente alcalinos y pueden erosionar la masilla si no es lo suficientemente fuerte. La buena noticia es que algunas masillas son adecuadas para repintar. Sin embargo, si lo necesitará depende de dónde exactamente haya perforado los agujeros en su casa.
Sellando el agujero
Póngase guantes de goma y limpie los bordes del agujero y la superficie a su alrededor a fondo con un cepillo de alambre. Recuerde protegerse de cortes o lesiones, siempre use guantes de goma.
Corte la punta del tubo de masilla con unas tijeras o un cuchillo (la mayoría de las pistolas de calafateo tienen un orificio en el gatillo donde puede quitar la punta del tubo de masilla, aunque se recomienda que no lo use porque no producirá un apertura con bordes adecuados). También puede facilitar el flujo de masilla colocando el émbolo de su pistola en la abertura del tubo varias veces.
Presione el botón en la parte posterior de la pistola de calafateo, tire de la varilla de metal hacia atrás y coloque el tubo de forma segura en su asiento. Introduzca la punta del tubo en el orificio y comience a llenarlo apretando el gatillo con firmeza y de manera constante. Una vez que la masilla comience a salir del agujero, interrumpa el proceso.
Sin esperar a que se seque la masilla, tome la espátula y retire con cuidado el exceso de sustancia mientras alisa el relleno del orificio. Ahora, está listo para pasar al siguiente hoyo.
Repita los pasos anteriores tantas veces como haya agujeros en su casa, y pronto tendrá una casa libre de termitas sin ningún vestigio visible del tratamiento de plagas.