El aceite de oliva y en concreto el que es virgen extra marcan sin duda, nuestra alimentación basada en la dieta mediterránea, si bien nuestro clima permite el crecimiento exuberante de los olivos. Pero además de usarse para muchas recetas, el llamado «oro líquido» también se usa ampliamente en el campo de la belleza.
Desmaquillante con aceite de oliva: por qué es bueno
Se sabe que el aceite de oliva es uno de los mejores remedios naturales para mimar la belleza, y en concreto tenemos que hablar del hábito de quitar el maquillaje con este aceite, algo que parece haberse convertido en tendencia ya que nos permita explorar las propiedades beneficiosas de este producto. De hecho, nada como los aceites vegetales para disolver el maquillaje en especial, aquel que es «waterproof» o resistente al agua , de modo que podamos profundizar y eliminar todo rastro de maquillaje de la epidermis.
Además , el aceite de oliva es rico en vitamina E, también llamado tocoferol, un compuesto con alto poder antioxidante, que hace que la piel sea más suave y elástica. Por lo tanto, quitar el maquillaje con este aceite nos permite no solo limpiar bien la piel, sino también aprovechar sus propiedades emolientes y elastizantes.
Cómo desmaquillarse correctamente
Si deseas poder desmaquillarte con la «ayuda» del beneficioso aceite de oliva, bastará con echar una cuantas gotas en un algodón y lo puedes frotar en los ojos, la cara y los labios, sin temor a reacciones adversas, incluso en áreas delicadas. De hecho, este es un tipo de aceite que suele ser bien tolerado por la piel sensible y, sobre todo, no es agresivo en las áreas de los ojos y los labios. Después de eso, tan solo tendrás que usar un jabón de pH neutro para terminar con tu limpieza del rostro.
Qué alternativas existen si tengo la piel grasa
Sin embargo, el uso de aceite de oliva se recomienda especialmente para las personas con piel seca, mientras que aquellas personas que tienen la piel grasa o una piel que es propensa al acné deberían preferir otros productos para desmaquillarse, que sean menos grasosos. Dos buenas alternativas son por ejemplo el jabón de Alepo, así como el jabón de Marsella , que contienen una base de aceite de oliva y aceite de laurel.
Son suaves, incluso para las pieles más sensibles y se pueden usar en lugar de leche limpiadora para eliminar el maquillaje de la cara, aprovechando el poder de limpieza de las saponinas y la delicadeza de los aceites contenidos. Después del lavado, será aconsejable aplicar un buen tónico y un humectante ligero, quizás con minerales, para tratar la piel grasa o de hecho, para limitar que se produzca una mayor cantidad de sebo.