El feminismo está en auge, y muchos cometen el error de pensar que se trata de un movimiento o reivindicación histórica reciente cuando los hechos marcan que llevamos ya varios siglos de mujeres reclamando condiciones de vida semejantes a las de los hombres. ¿Cuál es el origen del feminismo?
Muchos pueden preguntarse entonces cómo y cuándo surgió el movimiento feminista, y justamente en las siguientes líneas intentaremos abordar el inicio de esas demandas anti-patriarcales, y cuáles fueron los grandes hitos de feminismo hasta aquí.
A grandes rasgos, podemos afirmar que el feminismo tiene unos tres siglos de existencia tanto como movimiento social como teoría social y política, y gracias al esfuerzo de infinidad de feministas, la mayoría de ellas anónimas, hoy en buena parte de occidente las mujeres pueden votar, estudiar y/o trabajar prácticamente a la par de los hombres, lo que hubiera resultado impensado hace un siglo.
Es decir que, incluso cuando ser hombre o mujer sigue siendo un condicionante para nuestras oportunidades en pleno siglo XXI, los avances del feminismo en distintos ámbitos son indiscutibles, y la clara demostración de que la lucha debe mantenerse si ellas aspiran a lograr, en algún momento futuro, las mismas posibilidades que tienen sus pares hombres.
Origen del feminismo
Sobre el origen del feminismo, los expertos lo suelen ubicar como una solicitud colectiva desde la Revolución Francesa, si bien no se olvidan grandes personajes de la historia que dieron batallas al respecto.
Por aquel año 1789, los salones primero literarios y luego políticos de una Francia que se abría a la democracia, vieron crecer como nunca la aportación de las mujeres.
Rápidamente, esta corriente de pensamiento se extendió a otras grandes capitales europeas, sobre todo Londres y Berlín, y aún nos acordamos los Cuadernos de Quejas, que fueron redactados por aquella época para que ellas pudieran hacer oír sus voces y elevar sus reivindicaciones.
Las inquietudes de hace dos siglos y medio eran muy distintas a las actuales, y son un excelente ejemplo de todas las conquistas celebradas. Se centraban en cuestiones como la falta de acceso a la educación, la imposibilidad de hacer valer sus derechos matrimoniales o de ejercer un empleo, entre otras situaciones avaladas socialmente, por no hablar de las internas de las parejas.
El feminismo se fue creando como un movimiento multicultural, con progresos y retrocesos en los distintos territorios, pero que ha terminado de explotar con la globalización y la mayor conciencia sobre la necesidad de cambiar el curso de la historia.
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