Destacó como ejemplo de esta reprensión el asesinato de Samir Flores Soberanes, uno de los activistas contra la termoeléctrica de Huexca en Morelos.
Estrella Pedroza
Desde que inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se agudizó la represión y “una guerra desatada” hacia las comunidades y defensores del territorio que se oponen a la implementación de megaproyectos, sostuvo María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, vocera del Concejo Indígena de Gobierno.
Lo anterior, durante la Asamblea Nacional convocada en el marco de la Jornada en Defensa del Territorio y la Madre Tierra “Samir Somos Todas y Todos”, realizada este fin de semana en la comunidad de Amilcingo -situada en el municipio de Temoc en Morelos- al cumplirse un año del asesinato del líder y comunicador comunitario Samir Flores Soberanes.
“Lo que hemos dicho es que se ha agudizado la represión (…) Es una guerra desatada hacia las comunidades que se oponen a los megaproyectos que se instalarán a lo largo y ancho del territorio mexicano”, dijo la exprecandidata independiente a la Presidencia de México.
Destacó como un ejemplo claro de esta reprensión el asesinato de Samir, uno de los principales líderes en el movimiento contra la termoeléctrica de Huexca, que forma parte del Proyecto Integral Morelos(PIM) que pasa por Tlaxcala, Puebla y Morelos.
“Justo ese es el reclamo de que se decía que este (era) el gobierno de cambio y pues no, ya vemos que es igual o sea es igual que los demás gobiernos a los que ya tienen planeado y que vienen con el fin de continuar todo este despojo”, añadió Marichuy.
Sin embargo, coincidió con otros líderes comunitarios al considerar que Samir Flores se ha convertido en símbolo que motiva a los pueblos y comunidades a seguir la lucha para defender a la Madre Tierra.
“Hoy nos motiva el estar aquí, ese tema tan importante, y fue por el cual asesinaron a nuestro compañero Samir y por eso lleva su nombre (la Asamblea Nacional) que el es un símbolo que dio su vida por la defensa del territorio y ese nos convoca”, indicó.
Previo a iniciar la Asamblea, la vocera del Concejo Indígena de Gobierno destacó que el principal objetivo del encuentro era analizar el nivel de destrucción.
“Tenemos que ver cómo hay que fortalecerla porque está claro lo que viene a nuestros territorios y que no la van a detener los capitalistas. Lo que nos toca es ver cómo lo vamos hacer”, aseveró.
En la Asamblea Nacional, en la que participaron 19 pueblos originarios de 21 estados y 11 países, se definió una ruta de acciones para frenar los megaproyectos, a los que los pueblos se refiere como proyectos capitalistas, tal es el caso del Proyecto Integral Morelos (que cruza Morelos, Tlaxcala y Puebla), el Tren Maya (que pasará por Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo) y el Tren Transístmico (que contempla Veracruz y Oaxaca)”.
Tras varias horas de trabajo, se acordó realizar una “Jornada Global de Información y Articulación” del 10 al 30 de abril.
También se determinó participar en las movilizaciones del 1 de mayo y realizar una Asamblea Nacional del 16 y 17 de mayo con diversas organizaciones, sectores y movimientos que están sufriendo, desde el punto de vista de los pueblos, el ataque del capitalismo con el objetivo de crecer las movilizaciones.