Su salida “fue una decisión que tomó sólo él” y rechaza haber sido factor para la misma.
Rocío Nahle, secretaria de Energía, aseguró que con el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, “nunca tuve ninguna diferencia” y “hubo una comunicación muy fluida”.
La funcionaria salió al paso de versiones, como la del periodista Mario Maldonado, sobre que la secretaria de Energía es considerada por los primeros cuadros de Hacienda como “una funcionaria obstinada que, de estar en sus manos las decisiones del sector, pondría en riesgo las finanzas públicas del país sin siquiera reparar en la gravedad de ello”. El columnista relata que el plan de negocios de Pemex, palomeado por Nahle, que se presentará esta semana “terminó por colmar la paciencia de Urzúa”.
Al respecto, la secretaria dijo que “hay una serie de datos que circulan desde el día de ayer y hoy con un reflejo de fobia hacia la política energética que se está implementando“.
Afirmó que “encontramos un sector con un desbalance energético terrible” y “estamos viendo cómo se tiene que invertir para frenar la caída de la producción petrolera“.
“Hay fobias de quienes querían que siguiera un desorden en el sector”, abundó.
Ante la renuncia de Urzúa, refirió que “fue una decisión que tomó sólo él”.
Respecto a la nueva refinería, la defendió y sostuvo que esta “no es capricho de nadie” sino que es necesaria.
Comparó que una refinería de 350 mil barriles por día, en Estados Unidos reportó una utilidad neta de 17 dólares por barril, “es tan buen negocio que eso da, ¿por qué decir que la de nosotros no es rentable, si es el mismo precio del petróleo?”.
“Puedo entender diferencias políticas, de opinión, pero no puedo entender fobias y especulaciones”, concluyó la funcionaria.