BERLIN — Una corte alemana condenó el lunes por asesinato e intento de asesinato a un extremista de derechas y le sentenció a cadena perpetua por su ataque a una sinagoga el año pasado en Yom Kippur, el feriado más importante del judaísmo.
Mató a dos personas tras no conseguir entrar en el edificio.
El crimen del 9 de octubre de 2019 está considerado como uno de los peores ataques antisemitas en la Alemania de posguerra.
El acusado, Stephan Balliet, de 28 años, publicó un texto contra los judíos antes de intentar abrirse paso a tiros en una sinagoga en la ciudad oriental de Halle mientras retransmitía el ataque en vivo a través de una popular plataforma de videojuegos.
Los jueces en la corte estatal de Naumburg, que se reunieron en la capital del estado, Madeburg, por motivos de seguridad y capacidad, le declararon “gravemente culpable”, según la agencia de noticias dpa.
Eso implica que, en la práctica no podrá pedir su liberación anticipada después de 15 años, como es habitual para los condenados a cadena perpetua en Alemania.
Los principales países europeos se preparan para restricciones sociales más duras.
La juez que presidía el tribunal, Ursula Mertens, lo describió como un “ataque cobarde” al anunciar el veredicto. Balliet no reaccionó de forma visible, pero tomó notas.
Durante su juicio, que comenzó en julio, Balliet admitió que quería entrar en la sinagoga para matar a las 51 personas que había dentro.
Cuando no pudo abrir las pesadas puertas del edificio, el alemán mató a tiros a una mujer de 40 años en la calle y a un hombre de 20 años en un restaurante cercano de kebabs, además de herir a otras personas.
En la corte se disculpó por matar a la mujer, diciendo que “yo no quería matar a blancos”.
Las autoridades alemanas han prometido redoblar las medidas contra el extremismo de ultraderecha tras el ataque de Halle, el asesinato de un político regional a manos de un supuesto neonazi y la muerte a tiros de nueve personas de origen inmigrante en Hanau, tres ataques registrados en el plazo de un año.