La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió que se investigue el ataque a la presa Nueva Kajovka en Ucrania y que se determine su autoría.
En un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter, la oficina lamentó la explosión ocurrida anoche en una represa en la región meridional de Jersón, ocupada parcialmente por Rusia, que ya ha provocado graves inundaciones en la cuenca del río Dniéper.
“Grandes inundaciones ya están afectando gravemente a muchos civiles y a sus derechos a la vivienda, a la salud, a los medios de subsistencia, al medio ambiente saludable y al acceso al agua limpia”, dijo la oficina en su tuit.
Añadió que este hecho se suma al sufrimiento de la población en medio de la invasión rusa de Ucrania.
En las últimas horas, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) avisó de que la destrucción de esta infraestructura es una violación del derecho internacional, que protege de forma específica este tipo de infraestructuras.
El derecho humanitario internacional define el límite de las acciones bélicas al establecer la protección de todo aquel que no participa en las hostilidades, incluyendo civiles o personal médico, así como de quienes se han retirado de los combates, además de las de infraestructuras e instalaciones vitales.
La organización indicó que las presas son un tipo de infraestructura protegida porque se considera que contienen “fuerzas peligrosas”, que en caso de ser liberadas pueden provocar grave sufrimiento en la población civil.
El ataque supone “una amenaza para los civiles, sus hogares y sus medios de subsistencia”, denunció la directora para Euroasia del CICR, Ariane Baurer, quien señaló que el derecho humanitario internacional solo puede cumplir su función de protección de los civiles “si los Estados respetan sus obligaciones”.
Rusia y Ucrania se culpan mutuamente de ser los responsables de la explosión de la presa.
La Unión Europea acusó a Rusia de llevar la agresión contra Ucrania a “un nivel sin precedentes” y cometer un crimen de guerra con la destrucción de la presa.
“Conmocionados por el ataque sin precedentes a la presa de Kajovka. La destrucción de infraestructuras civiles constituye claramente un crimen de guerra y exigiremos responsabilidades a Rusia y a sus aliados”, señaló el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un mensaje en redes sociales.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que la destrucción de la presa de Kajovka, sur de Ucrania, es una prueba de la “brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania”.
“La destrucción hoy de la presa de Kajovka pone en peligro a miles de civiles y causa graves daños medioambientales”, subrayó el político noruego a través de su perfil en Twitter.
Las autoridades ucranianas estiman que unas 40,000 personas tienen que evacuar las zonas que pueden quedar anegadas por la destrucción de la presa, si bien en su mayoría se trata de vecinos de áreas ocupadas por Rusia.
La fiscal general adjunta, Viktoriya Litvinova, explicó que más de 17,000 personas están pendientes de evacuación en los territorios que controla Ucrania, mientras que otras 25,000 se verían afectadas en las zonas gestionadas por autoridades prorrusas, informa la agencia UNIAN.
El servicio de emergencias de Ucrania había confirmado hasta las 15:00 (hora local) la evacuación de unas 1,300 personas, si bien la cifra previsiblemente aumentará, ya que son un total de 80 las localidades afectadas por la subida del nivel del agua en el río Dniéper.
(Con información de EFE y Europa Press)
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