El Tribunal Supremo de España decidió confirmar la pena de 133 años de cárcel impuesta al excoronel Inocente Montano, por su participación en la matanza de cinco jesuitas en 1989 en El Salvador.
Por Manuel de Santiago Freda / Corresponsal en España
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo de España confirmó la sentencia de 133 años de prisión contra al excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador, Inocente Montano.
La Sala consideró que fue acreditado que Montano participó en el grupo de militares que decidieron la ejecución del jesuita Ignacio Ellacuría, dado que era “la persona que de forma más intensa y efectiva impulsaba, desarrollaba e intentaba llevar a las dos partes en conflicto a la paz, a través del diálogo y la negociación”.
El pasado 11 de septiembre, la Audiencia Nacional condenó al excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador, Inocente Montano, a 133 años, 4 meses y 5 días de prisión.
Lo anterior, por su responsabilidad en los asesinatos de cinco jesuitas españoles en 1989, entre ellos el teólogo vasco Ignacio Ellacuría. El tribunal leyó la sentencia públicamente, en presencia de Montano, quien negó su responsabilidad en estos hechos.
Hasta la fecha, se trata del único alto mando salvadoreño enjuiciado por estos hechos en España, aunque en 1991, un tribunal de El Salvador condenó al coronel Guillermo Benavides a 30 años de cárcel por su implicación.
El 16 de noviembre de 1989, un grupo de militares salvadoreños ejecutó a cinco jesuitas, a una mujer y a una adolescente de quince años en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA), localizado en la ciudad de San Salvador.
Los hechos sucedieron en un contexto de represión del gobierno militar de ese país, contra cualquier grupo que considerara subversivo o que respaldara al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
El papel de los sacerdotes, afines a la teología de la liberación, fue el de ejercer de mediadores para lograr la pacificación de esa nación. Precisamente el jesuita vasco Ignacio Ellacuría había llegado a El Salvador unos días antes de su asesinato, para impulsar el proceso de mediación.
El gobierno militar salvadoreño acusó a los jesuitas de formar parte de “una conspiración comunista internacional al servicio del Kremlin”.
La fiscalía española sostuvo que la decisión de asesinar a los jesuitas fue tomada por La Tandona, un grupo de oficiales de élite del que formaba parte Inocente Montano. España logró que Estados Unidos concediera la extradición del excoronel en 2017.
Montano negó su participación en los hechos y su posterior encubrimiento, pues señaló que él mismo aconsejó al presidente Alfredo Cristiani que la investigación “se condujera con la ayuda internacional”.
Todo esto lo dijo frente a las preguntas que le realizó su propia defensa, dado que se negó a responder a la Fiscalía y a las acusaciones, tanto popular como privada.