Pocas cosas hay tan zafias, vulgares y, en definitiva, horrorosas que esos garabatos de penes con que afanosos maestros del mal gusto tienden a decorar muros callejeros y baños públicos sin una finalidad clara. Sin embargo, ¿puede la caricatura del aparato sexual masculino tornarse estilosa y decente (desde un punto de vista artístico)? Sí, y sin perder con ello la comicidad inherente –no se sabe por qué– a todo órgano viril. Lo han demostrado los artistas que colaboran en la campaña Lave o dito-cujo (literalmente: “lávate el susodicho”), con la que las autoridades sanitarias de Brasil intentan prevenir el cáncer de pene.
Una mala higiene de salva sea la parte puede aumentar las posibilidades de sufrirlo. Con esta consigna, varias docenas de artistas de todo el mundo se han sumado a la iniciativa creando ilustraciones con tan higiénico mensaje. La originalidad de la campaña no se limita al variopinto mosaico de penes resultante, sino que también reside en la vasta colección de eufemisnos elegidos para citar al “susodicho”. “Lávate el hulk”, “lávate el snórkel”, “lava tu mini-yo” o “lava tu baqueta” son solo algunos.
Les hemos pedido a algunos de los más reputados diseñadores españoles que valoren la calidad gráfica de los carteles. Spoiler: hay opiniones para todos los gustos.
Jordi Labanda: “Me da repelús”
La campaña no es del agrado del ilustrador de moda y publicidad. “Esta cuenta de Instagram me da repelús”, dice. “Como hombre no puedo dejar de sentirme sensibilizado por el tema, pero cuando veo la estética utilizada en estas ilustraciones me da algo. Casi todas están trazadas en un estilo emparentado con el cartoon underground norteamericano con toques pop que se recrea en lo decrépito y en lo chusquero. ¿Por qué casi todos los penes que aparecen en esta cuenta dan asquete? Y para rematarlo, dos de cada tres posts utilizan frases cuartelarias dignas de un chiste de Arévalo, que remiten a un machismo trasnochado que da muchísima pereza. Demasiada sal gorda y demasiado bro, al menos para mí”.
Pepe Cruz: “Me parece interesantísima”
Diseñador, arquitecto y socio del estudio madrileño Cruz Más Cruz (creado junto a su padre, el reputado escultor y pintor José María Cruz Novillo), a Pepe Cruz lo que más le interesa de esta campaña “no es, curiosamente, el aspecto gráfico, sino la cantidad de ideas distintas que se están generando alrededor de un tema que tiene todavía algo de tabú. La representación del pene, al contrario de lo que sucede con cualquier otra parte del cuerpo, es prácticamente inexistente en el mundo del diseño, y cuando aparece suele hacerlo de manera poco profesional. Hay excepciones, como la estupenda pareja desnuda que diseñó Peret para Desigual”, señala.
“Me parece por lo tanto interesantísima la campaña Lave o dito-cujo, sobre todo porque la mayoría de las propuestas no recurren a eufemismos [visuales] (salvo alguna espada, tornillo o plátano) y representan gráficamente el miembro viril de manera explícita. Lo hacen, además, de manera muy variada, desde una geometría más o menos minimalista que la acerca al pictograma hasta alguna imagen hiperrealista, casi fotográfica. También tiene mucha gracia la parte escrita y tipográfica de muchos trabajos, donde la palabra pene es sustituida por pepino, palmito, bengala, chorizo, coloso, etcétera”.
Cualquier buen aficionado al cómic o a la ilustración, dice, “encontrará en esta campaña homenajes bastante explícitos a creadores con nombre y apellidos, porque lo que Juli Capella llama Cocos (copias y coincidencias) es un mal común de esta época donde todas las referencias están a golpe de clic. Es también interesante ver que, siendo digitales casi todas las ilustraciones, la mayoría podrían haber sido hechas con rotuladores. Es como si la herramienta (el ordenador) tuviera poca influencia en el resultado (el dibujo), una buena noticia para los que pensamos que lo más importante en un proyecto de diseño son las ideas”.
Pep Carrió: “No tiene desperdicio”
El diseñador, ilustrador y artista mallorquín destaca que esta campaña “nos aporta dos oportunidades: la primera es la de poder contemplar y comparar una infinidad de propuestas gráficas, y la otra, la de observar las inmensas posibilidades nominales que nos aporta el miembro masculino, algunas tan apasionantes como “la rolliza”, “o perimbau“, “o precioso“, “a mandioca“, “o seu coloso“, y así una interminable lista que no tiene desperdicio”.
Sobre las propuestas visuales, “el humor es el hilo conductor y tal vez es una buena forma de enfocar un tema que de entrada se plantea como delicado. Desde imágenes de un marcado carácter underground con una estética a lo Robert Crumb, homenajes a la famosa estampa japonesa, como la ola de Kanagwa, o oal monstruo del lago Ness; planteamientos basados en el cómic, la fotografía intervenida, la ilustración 3D, u otras minimalistas; hay un largo etcétera de formas de mirar el órgano sexual masculino y afrontar desde propuestas muy distintas el mensaje de su higiene. Creo que es un ejercicio muy interesante el contemplar toda la exposición en Instagram y buscar referencias, técnicas y sobre todo denominaciones”.
Salvador Alimbau: “Rivaliza con Leonardo Dantés”
Diseñador gráfico (entre otros trabajos, de muchas portadas de discos) y director de arte, Alimbau argumenta: “Diseño, lo que entiendo propiamente por diseño gráfico, brilla por su ausencia, aunque considero que no solo no le hace ninguna falta sino que arruinaría la campaña. En cambio sí veo un elenco de ilustraciones, con mayor o menor fortuna. Me parece una buena estrategia de comunicación para el nicho al que se dirige, generalista y con un humor políticamente correcto, desdramatizando y normalizando el tema. Creo que les puede funcionar bastante bien y en general me parece correcta y acertada. Obviamente, me ha sorprendido la necesidad de esta campaña, por elemental, pero como todo trabajo de comunicación hay que ponerlo en su contexto social; se me olvidaba que el higienismo es un invento burgués”.
“Las ilustraciones que más me han gustado son las de Image Makers (@imkrs.imagemakers), Ricardo Scarpa (@scarparicardo) y Guga Neto (@guganeto). Aunque lo que me ha parecido más interesante es la cantidad de nombres y metáforas visuales para referirse al órgano; como decía Leonardo Dantés: ‘Tiene nombres mil, el miembro viril’. Resulta fascinante una interpretación freudiana de dichas metáforas: armas (cañón, garrote, pistola, espada, etc.), alimentos (chorizo, salchicha, espárrago, champiñón, palmito…), objetos (llave, rodillo, mano de mortero, esnórquel, etc.) o adjetivos sustantivados, que se llevan el premio a la elocuencia subconsciente (“o misterioso“, “o precioso“, “a roliça’”, “o grosso“). Parece evidenciar que, trans o cis, todos los varones somos un pequeño falócrata”.