Giuseppe Garibaldi nació en 1807 y murió en 1882. Fue conocido como militar y político italiano, y es considerado uno de los líderes de la unificación de Italia, por lo que se le conoce como héroe de la liberación del país.
Aunque sus padres querían que fuera abogado o sacerdote, Giuseppe Garibaldi se fue en un navío mercante en Niza, su ciudad natal, y se fue a recorrer el Mediterráneo y el mar Negro. A los 25 años, es nombrado capitán del barco Clorinda, luego se fue a Estambul en un barco capitaneado por Emile Barrault y entonces empezó sus discursos de política, enfocados a la libertad.
Es de destacar de este político que quería conquistar Roma para convertirla en capital de Italia, con lo que quiso enfrentarse y expulsar al Papa Pio IX, al que despreciaba. En 1862 intentó una marcha desde Sicilia, pero el gobierno lo frenó, fue herido de bala y arrestado.
Posteriormente, se alió con Giuseppe Mazzini, líder de una organización secreta, la Joven Italia, que quería que el país fuera la república democrática y unificada, expulsando a las dinastías absolutistas que gobernaban los diversos Estados del país. En 1834, las autoridades lo consideraron uno de los cabecillas y fue condenado a muerte por traición, pero Garibaldi pudo escapar nuevamente.
En el exilio, se embarcó con destino a Río de Janeiro. Allí también vivió aventuras políticas y revolucionarias y pasó a Buenos Aires. Garibaldi formó la Legión Italiana, un batallón compuesto en su mayoría por exiliados políticos que llevaban como uniforme una camisa roja. Garibaldi prosiguió incansablemente sus actividades militares en busca de la unidad de Italia, emprendiendo acciones sin éxito en 1862.
También llegó al Perú y buscó empleo mientras mejoraran las condiciones políticas en Italia. Luchó en la guerra franco-prusiana en 1871, interviniendo en la batalla de la ciudad de Dijon, y posteriormente fue elegido diputado de la Asamblea Nacional Francesa.
Cuando se logró la unidad italiana en 1870, Garibaldi fue elegido diputado al Parlamento, cargo al que renunció, pues no se concretaron las ideas republicanas por las que él luchó. En sus últimos años se retiró a la isla de Caprera, donde falleció el 2 de junio de 1882.
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