Josef Mengele ha pasado a la historia más negra y trágica del mundo por ser uno de los médicos nazis más crueles de cuantos trabajaron experimentando para Adolf Hitler.
Apodado como el Ángel de la Muerte, durante años estuvo realizando experimentos en seres humanos con la intención de erradicar a los seres inferiores a la vez que buscaba la perpetuación y proliferación de la raza aria.
Obviamente, Mengele no mostraba la más mínima piedad con sus víctimas, por lo que era un ser despiadado que acabó con la vida de miles de vidas con total frialdad en el campo de concentración de Auschwitz, donde también fue el responsable de pruebas en recién nacidos y provocó un genocidio de proporciones enormes.
La vida de Josef Mengele
Nacido en la ciudad de Günzburg, en la región de Baviera, en 1911, fue un acomodado niño de familia de pudiente y eminentemente católica. De hecho, desde bien pequeño era célebre por ser alegre, avispado y muy competitivo, con muchas ansias por superarse. Además, demostraba pasión por el arte y la música.
Sin embargo, este niño que llegó a ser miembro de la Cruz Roja, fue capaz de superar diversas enfermedades y accidentes graves, comenzó a demostrar interés por la medicina a los 20 años. No obstante, parece ser que su intención no era tanto la de curar, sino la de experimentar. De hecho, sus estudios se centraban en la antropología y la paleontología.
Una vez se tituló y doctoró, no tardó en ligarse con el partido nazi de Hitler, al que se afilió en el año 1937 siendo uno más de los casi 6 millones de miembros con los que ya contaba el grupo por aquella época.
Y precisamente fueron sus estudios en antropología y medicina los que le permitieron destacar como miembro en el partido nazi. Con 27 años es aceptado en las SS, confirma sus antepasados arios y pasa a ser agente en 1942 como médico de campaña.
Ya en 1943, consigue acceder como médico oficial en el campo de concentración de Auschwitz, donde comienzan sus más crueles y tristemente célebres experimentos.
Durante dos años acabó con la vida de centenares de presos debido a sus experimentos. Sin embargo, una vez la guerra termina en el año 1945, trata de huir del campo para evitar las purgas por sus crímenes.
Josef Mengele logró huir del ejército soviético y fue misteriosamente desaparecido, pero no olvidado, pues tras identificarse como uno de los mayores criminales de la guerra, se cree que habría huido a Argentina o Paraguay. Se considera que pudo vivir allí protegido por familias alemanas bajo nombre falso, muriendo, según se cree, en 1979.
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