Aunque muchas veces la aparición de arrugas parece inevitable, así como los cambios en la piel que esta experimenta cuando nos hacemos mayores, la verdad es que en la mayoría de ocasiones, estos son reversibles en parte, si le damos los nutrientes que necesita tu piel para verse rejuvenecida.
¿Con productos y cremas? También, pero sobre todo cuidando nuestra alimentación y asegurándonos de que gracias a ella consumimos los nutrientes necesarios para que nuestro rostro se vea suave, luminoso y fino durante el máximo tiempo posible.
Y es que si empiezas a tomar buenos hábitos desde una edad temprana como en la veintena o la treintena, lograrás ralentizar el envejecimiento visible pues serás capaz de controlar los factores que dañan tu piel mediante los alimentos más nutritivos. ¿Sabes cuáles son?
Alimenta tu piel con los ingredientes adecuados
Para evitar el envejecimiento prematuro, debemos concentrarnos en adoptar una dieta rica en antioxidantes que contenga entre otros nutrientes, altas dosis de betacarotenos, vitamina C, vitamina E y minerales como el selenio o el zinc.
Aunque no siempre es fácil asegurarnos de que incluimos todos estos elementos en nuestra dieta, lo que sí podemos hacer para garantizar una ingesta suficiente de nutrientes es tomar 5 raciones diarias de frutas y verduras y 25 g de frutos secos.
Y si encima incluyes en tus menús productos como el aceite de oliva virgen, los cereales integrales o las legumbres, también ayudarás a tu cuerpo porque son para nuestro organismo ingredientes que actúan elixires de juventud, al igual que el licopeno de la sandía o el tomate, las catequinas del té verde, el ácido elágico de la granada o las antocianinas de los frutos rojos, que también son potentes antioxidantes.
De esta forma evitarás la aparición de los signos de la edad más molestos
Falta de hidratación (y por tanto una piel más reseca, con menos flexibilidad y efecto de tirantez), manchas y un aspecto mate y apagado son algunos de los signos de la edad que más nos molestan y es que todos ellos suelen ser el resultado no solo de la edad sino también de una alimentación con carencias, lo que además podría ocasionar la acumulación de toxinas (que a su vez provoca puntos negros y otras impurezas) y hasta problemas más graves como un mal funcionamiento del hígado o de los riñones.
Por ello, asegúrate de tomar también mucha agua, que iluminará tu piel, contribuirá a su hidratación y conseguirá desintoxicar todo tu organismo, y usa siempre crema de sol. Verás que si pones en práctica algunos de estos consejos en pocos meses tu rostro cambia notablemente para bien.
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