Cuando investigamos sobre dietas, lo que nos encontramos en la gran mayoría de casos son planes de alimentación que se centran única y exclusivamente en conseguir bajar de peso, dejando de lado la salud. Este tipo de planes no son sostenibles a largo plazo y, además, resultan muy peligrosos, así que es mejor evitarlos. En cambio, existen otros como la dieta Ornish, creada por el doctor Dean Ornish en el año 1977, que ayuda a las personas no solo a adelgazar, sino también a ganar salud y sentirse mejor.
¿En qué consise la dieta Ornish?
El doctor Dean Ornish era profesor clínico de medicina en la Universidad de California, San Francisco, y fundador del Instituto de Investigación de Medicina Preventiva en el municipio de Sausalito.
La dieta Ornish es baja en carbohidratos refinados, grasas de mala calidad y proteína animal. Se trata por lo tanto de limitar la ingesta de los macronutrientes y micronutrientes que no le hacen ningún bien al cuerpo, y apostar por una alimentación lo más natural posible.
Se trata de un plan de alimentación prácticamente vegano, basado en el consumo de los siguientes tipos de alimentos: frutas y verduras frescas, cereales integrales y consumo puntual de productos de origen animal.
La dieta Ornish no se centra en la reducción calórica, sino en seleccionar adecuadamente los alimentos que se consumen. No están permitidos los siguientes: lácteos, carne, alcohol, derivados de los azúcares y alimentos ultraprocesados.
Además de una alimentación saludable y equilibrada, la dieta Ornish también establece una serie de pautas para disfrutar de una buena calidad de vida: eliminar el tabaco, hacer ejercicio de manera regular, y huir de los conflictos y las situaciones estresantes.
Beneficios e inconvenientes
Según varios estudios realizados, este plan de alimentación ofrece numerosos beneficios para el corazón y para el peligro. No consumir grasas de origen animal se traduce en un menor riesgo de sufrir enfermedades como ictus o accidentes cardiovasculares.
Ahora bien, algunos expertos advierten de que según la dieta Ornish el aporte energético de las grasas debe ser menor del 10%, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda que sea de entre el 15 y el 20 por ciento.
El metabolismo necesita lípidos para cumplir numerosas funciones, como la formación de las membranas celulares o la creación de hormonas. Por lo tanto, si se reduce en exceso la cantidad de grasas a largo plazo podrían surgir diversos problemas de salud.
Por lo tanto, lo mejor es quedarse solo con los principios más saludables de esta dieta: hacer ejercicio, basar la alimentación en frutas y verduras, e hidratarse correctamente.