No dar con el color, pasarse un poco, y notar que vas súper maquillada por culpa de la base sobre la piel. Son algunos de los errores que solemos cometer al aplicarnos la base de maquillaje en el rostro. Sigue estos consejos para definir y potenciarla.
Lo mejor es hacerlo sin que se note. Pero esto no es tarea fácil y debemos hacerlo con ayuda de profesionales.
En pieles grasas
Si la tienes así entonces primero debes limpiar con productos en gel que vayan libres de jabón y que no sean excesivamente astringentes. «A las pieles grasas les suelen gustar más este tipo de productos en gel porque proporcionan frescor a la piel», afirma la maquilladora Cristina Lobato.
Luego se aplica el tónico adecuado, se hidrata con cremas que ayuden a retener la humedad de la piel pero que sean libres de aceites. Y como paso previo al maquillaje, la experta recomienda utilizar un gel regulador de brillos en las zonas conflictivas como pueden ser: frente, nariz y barbilla.
“Escoge bases de larga duración y que contienen mayor pigmento de color. Después, aplica polvos en las zonas conflictivas del rostro para matificar”.
Para las pieles secas, la maquilladora comenta que debemos primero limpiar con una leche limpiadora, tonifica con un tónico que, además de equilibrar el pH de la piel, hidrate; y aplicar un sérum hidratante.
Es importante hidratar con cremas que sean nutritivas para contrarrestar esa carencia de grasa en la piel.
Luego se aplica primers hidratantes que funcionan muy bien en pieles secas.
Para la base de maquillaje: “elige que contenga bastante proporción de tratamiento. Las bases con cobertura alta no suelen funcionar bien en este tipo de pieles porque tienden a absorber la parte de hidratación dejando solo el pigmento, esto hace que la base se cuartee mucho más en la piel”.
Herramientas
Para poder aplicar estas bases de maquillaje, la experta recomienda diversas brocas, tales como las kabuki de corte plano. Son perfectas si buscas una buena cobertura y una piel lisa y uniforme. Este tipo de brochas aportan muy buena cobertura y pulen la piel utilizando muy poco producto, aunque apliquemos una base de maquillaje ligera.
También aconseja realizar un acabado profesional: “con la brocha kabuki de corte plano vamos dando pequeños toquecitos; con la brocha mofeta realizamos movimientos semicirculares, acariciando la piel de manera muy suave y pulida; con la esponja batimos dando pequeños toquecitos muy suaves, sin presionar, realizamos movimientos muy suaves para ir depositando el producto sobre la piel”, define Cristina Lobato.
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