Constellation Brands, propietaria en Estados Unidos de marcas de cerveza como Corona o Modelo, invertirá en México entre 5 mil y 5 mil 500 millones de dólares hasta el próximo ejercicio fiscal de 2026, los cuales se destinarán principalmente a la construcción de una nueva planta en Veracruz.
La inversión, que se realizará durante los próximos tres años principalmente, supondrá la suma de hasta 30 millones de hectolitros de capacidad total en el país, así como a la expansión continuada y la optimización de las plantas que la empresa tiene en Nava, en Coahuila, y Ciudad Obregón, en Sonora.
La construcción de la nueva fábrica cervecera se produce después de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador suspendió la construcción de una planta de la empresa en Mexicali. El Ejecutivo anunció en un primer momento que sometería el proyecto a un estudio de viabilidad por la escasez de agua en la zona y por las protestas de varias agrupaciones civiles.
Tras una consulta popular, el Gobierno suspendió el proyecto. La inversión que Constellation Brands proyectó para la planta en Mexicali, que inició en 2016, era de mil 400 millones de dólares. Cuando el Gobierno suspendió la operación, la empresa ya había destinado a su construcción 900 millones de dólares, con un avance del 70%.
En el reporte del tercer trimestre fiscal, la compañía constató un deterioro de 666 millones de dólares por el proyecto fallido en Mexicali.
La compañía indicó que actualmente continúa trabajando con funcionarios del Gobierno mexicano para determinar los próximos pasos en el proyecto suspendido de Mexicali y buscar vías de recuperación de los costos ya capitalizados y los gastos adicionales incurridos. No obstante, Constellation advirtio que no hay garantía de recuperaciones.
Constellation Brands: La polémica por el derecho al agua
Tras la polémica suspensión del millonario proyecto en Mexicali, la construcción de la nueva planta se dio a conocer desde el pasado diciembre por fuentes familiarizadas con el tema.
El diario estadounidense The Wall Street Journal informó los primeros días de diciembre que Constellation Brands y el presidente López Obrador anunciarían la nueva obra, que implicaría una inversión de mil 300 millones de dólares, frente a los mil 400 millones de la obra cancelada.
Riley Blevins, un portavoz de Constellation, confirmó que por meses la firma había estado trabajado con funcionarios locales sobre las necesidades de largo plazo para la producción de cerveza en el sureste mexicano, donde hay una amplia disponibilidad de agua.
En mayo, el presidente dijo que su administración había llegado a un acuerdo para que la cervecera estadounidense construyera una planta en esa zona del país, tras la controvertida cancelación.
En marzo de 2021, tras la cancelación, comenzó el proceso de desmantelamiento de la planta instalada en Mexicali, y se estipuló un aproximado de 24 meses para la conclusión y salida definitiva de las actuales instalaciones, según la Semarnat.
El desmantelamiento era el resultado de la consulta realizada 21 y 22 de marzo del 2020, en la cual el 76.1% de cerca de 37 mil ciudadanos manifestó su desacuerdo en que siguiera la construcción y operación de la cervecera en esa ciudad.
Se informó que la Semarnat daría seguimiento al proceso de restauración ambiental, mientras que la Profepa seguiría realizando visitas de supervisión a la planta.
En el sexenio anterior, Constellation Brands consiguió permisos estatales y promesas de uso de la infraestructura hidráulica destinada al agua potable, pero la comunidad y diversos colectivos ambientalistas y de defensa de los derechos humanos se opusieron al proyecto.
Para operar su planta, Constellation Brands utilizaría anualmente, tan solo en su primera etapa, más de 7 mil millones de litros de agua, dio a conocer entonces la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por lo que señaló que la autorización de dicha planta violaba flagrantemente el derecho humano al agua, consagrado en el cuarto artículo de la Constitución, ya que repercutía directamente en la disposición y acceso del líquido para las generaciones presentes y futuras.
Por tales motivos, informó Aristegui Noticias en su momento, la CNDH emitió una recomendación dirigida a Conagua y al Gobierno de Baja California.
La suspensión del proyecto se suma a otras inversiones de firmas privadas atajadas por el gobierno de AMLO y a otras de sus políticas que han generado descontento entre empresarios y molestado a Estados Unidos y otros países, señaló Reuters en diciembre.
Con información de agencias
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