La contaminación por la bacteria de Klebsiella oxytoca que produjo la muerte de 13 niños en el Estado de México, probablemente se produjo durante la preparación de su alimentación vía intravenosa y no debido a alguno de los ingredientes utilizados, consideró el infectólogo Francisco Moreno.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, el especialista aseguró que no se trata de un motivo de alarma para toda la población, dado que los 13 fallecimientos ocurridos estarían asociados a la contaminación de la llamada “central de mezcla”, el lugar en el que se prepararon los alimentos.
Señaló que los niños requerían de un tratamiento especial que se llama nutrición parenteral, es decir, alimentación a través de la vena, dado que por sus condiciones de salud no podían recibirla por la boca.
“Este procedimiento requiere la preparación de esa nutrición […] se tiene que hacer una mezcla que tiene carbohidratos, proteínas, lípidos. Son sustancias muy delicadas. Se hace habitualmente en una central de mezclas y seguramente en ese sitio se contaminó esta nutrición y a los niños que recibieron esa preparación, se les inyectó directamente a la vena una bacteria muy agresiva”, puntualizó.
Además, aseguró que se agravó la situación debido a la delicada salud de los niños. “Es una tragedia, es un problema en la preparación de este esta alimentación y, bueno, la población no debe de estar preocupada porque no es algo que se va a contagiar más gente en el hospital ni afuera, pero evidentemente nos habla de lo delicado que es la preparación de estas sustancias, de la necesidad de tener estándares de calidad muy altos, porque los errores en salud cuestan vidas y esto es una tragedia”, comentó.
En ese sentido, consideró de importancia que, una vez producida la contaminación, se pueda identificar la bacteria, así como su patrón de resistencias, para poder administrar el antibiótico adecuado.
“Cuando ya sabes de qué se trata, te puedes adelantar a que si alguien está presentando esos síntomas le inicies ese tratamiento, asumiendo que puede ser esa bacteria, y por eso se controló en los en los últimos siete casos, lo cual es muy bueno”, apuntó. También es de relevancia conocer la fuente para evitar que existan más casos.
En torno a la bacteria Klebsiella oxytoca, señaló que pertenece al segundo subgrupo más común, después de la E. Coli, y forma parte de la flora normal del intestino, además de que se encuentra normalmente presente en los hospitales, dada su resistencia a los antibióticos.
Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que probablemente para el 2040 o 2045, las muertes por bacterias resistentes a los antibióticos podrían superar a los decesos por cáncer. Esto, debido al mal uso, al abuso, a la falta de nuevos antibióticos y por su uso en la industria agropecuaria.
“El problema es cuando esa bacteria, en lugar de estar en el intestino, está en la sangre”, advirtió.
“Aquí la muerte de estos niños no fue por una bacteria que era resistente y que no respondió al tratamiento. Fue por la contaminación directa en la sangre de esta bacteria”, precisó.
Moreno aseguró que las investigaciones determinarán si un ingrediente de los utilizados para preparar la nutrición estaba contaminado o si ésta se produjo durante la fase de preparación, y entonces, poder fincar las responsabilidades del caso.
Sin embargo, consideró “difícil” que la contaminación la produjese uno de los ingredientes utilizados, porque más pacientes hubiesen resultado afectados, por lo apuntó a que ésta ocurrió durante la fase de preparación.
“Esos ingredientes se pueden distribuir en diferentes centros de mezclas y entonces habríamos tenido un brote epidémico en otros sitios también. Todo da la impresión de que fue un problema en el lugar en donde se preparó la alimentación parenteral”, dijo.
“Debe de llegar una investigación más profunda para saber quiénes son los responsables, porque esto no se puede realmente permitir. Insisto, en salud los errores cuestan vidas”.
Ve la entrevista completa:
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