Antonio Conte ha decidido abandonar de forma amistosa el Inter de Milán después de una temporada brillante en la que el club neroazzurro ha ganado el scudetto después de once temporadas sin conseguirlo. El técnico, de 51 años, quería seguir ampliando los horizontes del club con nuevos fichajes y atando a las estrellas de esta temporada como Lukaku o Lautaro. Pero el propietario del Inter, el chino Steven Zhang, le ha comunicado que deberá acometer una serie de recortes económicos que no encajan con esa idea de proyecto.
Conte aterrizó hace dos años en Milán tras su paso por el Chelsea -ganó un campeonato en Inglaterra, el de la 2016-2017- y la selección italiana. Su frustrado fichaje por el Real Madrid hace tres temporadas, cuando el club despidió a Julen Lopetegui y se encomendó a Santiago Solari para luego volver a Zinedine Zidane, le dejó en el mercado con ganas de entrenar a un grande. El Bernabéu parecía su sitio natural después de que Florentino Pérez no hubiera superado la marcha de Mourinho, un entrenador con métodos y resultados parecidos. Pero Sergio Ramos le cerró las puertas del vestuario en las narices cuando su nombre comenzó a sonar con fuerza: “El respeto se gana, no se impone. Ahí están los entrenadores con los que hemos ganado títulos. La gestión de vestuario es más importante que el conocimiento de un entrenador”.
El primer año en el Inter, Conte dejó al equipo a un solo punto de la Juventus y disputó la final de la Europa League, que perdió contra el Sevilla (3-2) y provocó un amago de dimisión del técnico. En su segunda temporada, después de haber reforzado la plantilla con nombres como Eriksen, Achraf y Arturo Vidal, y de haber retenido al argentino Lautaro Martínez, logró imponer su método y devolver al Inter a la cima del calcio once años después de ganar su último trofeo, cuando Mourinho entrenaba al equipo y logró un histórico triplete. La próxima temporada, casualmente, ambos técnicos -con un largo historial de encontronazos- iban a volver a cruzarse en el mismo campeonato, puesto que el portugués ha firmado por la Roma.
La rescisión del contrato de Conte, que le costará al Inter unos 7 millones de euros, es la imagen más nítida de la crisis que vive el fútbol italiano. Unas arcas vacías y unas audiencias más reducidas que obligarán, incluso a quien se ha proclamado campeón del trofeo nacional y liquidó un ciclo histórico de nueve temporadas seguidas de la Juventus, a vender a sus estrellas y a prescindir del entrenador que le ha devuelto la gloria después de más de una década. Los hinchas del Inter acudieron este miércoles al estadio para protestar. Varias pancartas mostraban su disconformidad y atacaban a la directiva por haber tomado la decisión de “redimensionar a un campeón”.
La libertad de Conte puede agitar todavía más un mercado de verano en el que varios equipos deberán buscar a un técnico. Real Madrid, Juventus, Barcelona y, ahora Inter, deberán encontrar una solución para sus banquillos. Y el exentrenador de los interistas podría encajar en alguna de las casetas vacantes.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.