Ante el repentino cambio en el conteo, el opositor Carlos Mesa ha anunciado que no reconocerá los resultados y la OEA ha calificado como “inexplicable” el cambio de tendencia en el escrutinio.
Evo Morales estaría por lograr su cuarto mandato, con lo que asegura el cargo hasta el 2025, de acuerdo con la última actualización del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE).
Luego de 24 horas de suspenso porque no se actualizaban los resultados y finalmente con el 95% escrutado, los datos del conteo preliminar conocido en Bolivia como Transmisión Rápida Electoral Preliminar, otorgaron a Morales el 46,86% de los votos, superando así a su contrincante, el expresidente Carlos Mesa con 36,72%, por más de 10 puntos porcentuales.
Para evitar una segunda vuelta, Morales requería superar el 40% y sacar al menos un 10% de ventaja al segundo. Con este resultado, es un 0,1% lo que da la victoria al actual mandatario.
Poco antes, la misma Transmisión Rápida colocaba al actual mandatario con 45% y a Carlos Mesa con 38%, resultados que daban paso a una segunda vuelta en Bolivia. Ante el drástico cambio en favor de Morales, el panorama en el país dio un vuelvo que ha provocado una jornada de intensas protestas en las que los ciudadanos han tomado las calles para denunciar un “fraude electoral”.
No obstante, hasta las 8:04 (hora local) de este 22 de octubre, el cómputo definitivo oficial, ofrece un resultado más ajustado: 41.74% a favor de Mesa de Comunidad Ciudadana y 42.3% para Morales, candidato del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP). Pero aún no se supera el 80% de las actas escrutadas.
Captura de los resultados a las 8:04 horas del 22 de octubre
Mesa, candidato opositor y expresidente boliviano, ha desconocido los resultados y ha asegurado que se trata de “un fraude escandaloso” y una “vergüenza” por parte del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia.
“Queremos remitirnos a los cabildos […] que fueron clarísimos en decir que la sociedad boliviana no iba a reconocer un resultado manejado fraudulentamente, como en este caso”, declaró y expresó su total confianza en que “la la ciudadanía no va a aceptar esta votación, no va a aceptar este resultado, que está totalmente tergiversado y amañado”.
OEA, preocupada por cambio drástico
La misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que encabeza la observación internacional en estas elecciones criticó el desarrollo del proceso. Rechazó la interrupción del escrutinio rápido y manifestó “profunda preocupación y sorpresa por el cambio de tendencia”.
El Jefe de la Misión, el excanciller de Costa Rica, Manuel González, destacó que el proceso electoral en Bolivia se había dado en condiciones muy complejas. “Durante esta observación electoral hemos testificado la inequidad evidente de las candidaturas, ha sido notorio el uso de recursos públicos durante la campaña. A pesar de estas condiciones, la ciudadanía participó de manera pacífica, ordenada y masiva el pasado domingo 20 de octubre”, dijo.
“Es fundamental que se respete la voluntad ciudadana honrando los valores contenidos en la Carta Democrática Interamericana de la OEA”, señaló Gonzñalez.
La ola de protestas ante el radical cambio en los resultados comenzó a crecer en varias ciudades del país. En La Paz, Cochabamba, Sucre y en Santa Cruz de la Sierra, se han visto algunos de los episodios más violentos en los que incluso la policía ya ha comenzado a reprimir con gases lacrimógenos a los manifestantes.
Entre gritos de “mi voto se respeta” y fogatas también han tenido lugar los choques entre el grupo oficialista y los detractores de Morales.
Masivas concentraciones en #Bolivia, personas protestando por lo que consideran es un fraude electoral. Estaremos monitoreando la respuesta de las autoridades, exhortando a que no se reprima violentamente, como ya se ha vuelto costumbre en la región ?? pic.twitter.com/gFxDExKf5X
— Erika Guevara-Rosas (@ErikaGuevaraR) October 22, 2019