Este fin de semana te levantarás radiante, nervioso, con la ansiedad dichosa del que espera su regalo en la jornada de Reyes. Ahí, junto al árbol, está cada cosa que has pedido, como esa camiseta con mensaje y esa falda de tul azul (cosas más raras han visto sus Majestades de Oriente). Te lo quieres poner todo, estrenarlo la misma mañana en que abriste cada paquete. Pero, ¿qué hay de cierto en eso de que conviene lavar la ropa nueva antes de usarla? ¿Es una mojigatería de quiénes no entienden que la suciedad nos hace fuertes y sanos?
“Definitivamente, es recomendable lavar la ropa antes de estrenarla. El principal motivo reside en que desde que se fabrica hasta que llega a nuestra casa pasa por muchos lugares y muchas manos, por lo que acumula bacterias, polvo y suciedad. Además, la ropa se fabrica en países donde la higiene no es tan importante como en el nuestro”, indica el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.
Usar ropa nueva sin lavar empeora los problemas de las personas con pieles sensibles o atópicas” (Rosa María Díaz, dermatóloga)
Confieso que he pecado
Si has hecho caso omiso a nuestra recomendación, y has decidido estrenar ropa nueva sin enjuague previo y tu piel se ha enrojecido, la sugerencia de la doctora Sala es la siguiente: “Ante un brote de dermatitis atópica o la aparición de una dermatitis de contacto, hay que acudir al especialista para que valore las lesiones y realice las pruebas del parche (epicutáneas) en los casos necesarios para detectar a qué producto se es alérgico”.
Incluso las personas que se han enfundado cientos de camisetas nuevas un instante después de comprarlas sin problema aparente, se exponen así al riesgo de padecer dermatitis de contacto alérgica o irritativa, como subraya la experta, que asegura que pese a no haber ensayos clínicos al respecto, es la tónica dominante en todas las guías de dermatitis. “En el caso de los de piel sensible o atópica, el problema empeoraría”, añade.
¿El abrigo también debe ir a la lavadora? No te pases. En realidad, solo habría que someter a la mano dura del detergente aquellas prendas que van a estar en contacto con la piel, como ropa interior y la de baño. Sala añade a la lista camisetas, pantalones, vestidos y camisas. Los efectos secundarios más comunes de no hacerlo van del eritema (piel roja), descamación o lesiones de contenido líquido (vesículas) al prurito (picor de la piel), según Díaz.
Sánchez Viera enfatiza: “Podrían llegar a darse problemas ginecológicos como la vulvitis (inflamación de los órganos sexuales externos femeninos por una infección bacteriana o micótica), ya que en la ropa interior podemos encontrar todo tipo de bacterias y fluidos corporales no visibles por el ojo humano”. Basta con el programa rápido de la lavadora, por lo que con un poco de suerte lo tendrá todo listo para la hora de la merienda. Ojo: si la falda de tul es delicada, mejor jabónela a mano, que tampoco es plan de cuidar mucho su piel y olvidarse del bolsillo.
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