Petróleos Mexicanos (Pemex) no logrará terminar de construir la planta coquizadora de Salina Cruz, en Oaxaca, antes de que termine la actual administración en septiembre, reconoció el director de la petrolera estatal, Octavio Romero Oropeza.
La obra, que tendrá una inversión final de 3 mil 501 millones de dólares, tendrá solamente un avance físico del 54% para septiembre próximo, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador entregue la banda presidencial.
“Le va a corresponder a la siguiente administración”, dijo Romero.
Pemex estima que la planta coquizador de Salina Cruz, una de las obras insignia de López Obrador, producirá 74 mil barriles de gasolina y diésel una vez que se termine de construir.
Romero argumentó que durante esta administración se inició la construcción de las dos coquizadoras ya que una tercera parte del producto refinado en México es combustóleo, el cual que tiene un valor menor en el mercado (su precio es similar al crudo).
En contraste, el director adelantó que la planta coquizadora de Tula, que tiene una inversión de 5 mil 146 millones de dólares, va a iniciar operaciones en julio próximo para que produzca 80 mil barriles de gasolina y diésel, disminuyendo las importaciones de ambos combustibles.
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