La reina Isabel II estuvo acompañada durante la mayor parte de su reinado por sus perros corgi, que se ganaron la reputación de morder los talones de los sirvientes reales y descendían de la perra llamada Susan que recibió como regalo de cumpleaños número 18 de sus padres.
Susan era tan cercana a la entonces princesa que la acompañó en su luna de miel con el príncipe Felipe, a escondidas bajo las mantas en el carruaje real.
A lo largo de su vida, la reina tuvo más de 30 perros corgis, una raza nativa de Gran Bretaña, en particular de la isla de Gales.
Sus descendientes fueron llevados a Gales por los celtas alrededor del año 1200, y recibieron el nombre por la combinación de las palabras ‘cor’, que significa perro, y ‘gi’, que significa enano.
Esta raza peculiar fue utilizada para el pastoreo, ya que guiaban al ganado ladrando y mordisqueando sus piernas. Con los siglos fueron evolucionando para convertirse en perros de compañía y en los perros favoritos de la Familia Real Británica.
En 1933, la criadora Thelma Gray llevó una camada de cachorros al entonces duque de York, el futuro Jorge VI y su familia. La familia adoptó a un perrito y lo nombró Dookie. Años después adoptaron a una hembra de la misma raza y la llamaron Jane, de acuerdo con la historia documentada por el Club de Kennel Americano (AKC).
Susan fue la primera perrita Corgi en pertenecer únicamente a Isabel y también se convirtió en la base de un programa de crianza real que se extendió a lo largo de 14 generaciones caninas.
Aunque se sabe muy poco sobre la relación que mantenía con sus perros, debido a la secrecía que exigía la reina Isabel sobre los asuntos de la Casa Real, se sabe que los perros dormían dentro de su apartamento privado y la acompañaban a donde quiera que iba en el Palacio de Buckingham.
La cadena BBC publicó que la princesa Diana acuñó la frase “una alfombra en movimiento” para describir el movimiento de perros que se percibía cuando seguían sus pasos.
“Lo que realmente sabemos sobre la reina es muy poco”, dijo Matthew Dennison, biógrafo de Isabel.
Sabemos que disfruta de las carreras. Sabemos que le gustan los corgis. Sabemos que prefiere las mantas y las sábanas a los edredones. Pero más allá de eso, no sabemos casi nada sobre ella.
Con información de Reuters
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