Aunque autoridades capitalinas aseguran que proporcionan materiales de protección a agentes de la Fiscalía contra el coronavirus, oficiales denuncian escasez de insumos. Al menos 412 oficiales de esa dependencia han dado positivo al virus y 31 han muerto. También médicos legistas padecen falta de equipo de protección.
Por Steve Fisher
Carlos Yucetd es un médico legista que desempeña su labor en distintas agencias policiacas en Iztapalapa, donde solo cuenta con tres mascarillas por quincena para protegerse contra el Covid-19. Eso, en condiciones normales, es suficiente para atender a un paciente.
Yucetd ve hasta 70 casos a la semana. Y gasta alrededor de mil 500 pesos semanales comprando su propio equipo de protección.
“Depende de cómo se quiere cuidar uno, es lo que le tiene que invertir a su propia seguridad,” dijo Yucetd. “Es dinero que podría ser invertido en nuestras familias.”
Él dijo que a menudo no tenía más remedio que lavar sus máscaras usadas y reutilizarlas.
Pero el 12 de mayo, Yucetd se contagió de Covid-19. Experimentó una respiración dificultosa y tuve una fiebre constante.
Dos semanas después, su empleador, la Secretaría de Salud capitalina, le ordenó que volviera a trabajar, a pesar de continuar dando positivo por coronavirus.
“Nos ven como un número”, dijo Yucetd. ”He evitado regresar tomándome un tiempo libre no pagado y, más tarde, días de vacaciones.”
Yucetd es parte de un creciente grupo de policías y médicos legistas que trabajan en los ministerios públicos de la Ciudad de México, y exigen mejores medidas de protección contra el coronavirus después de que varios colegas se enfermaran.
El resultado ha sido un número alarmante de muertos y de contagios.
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La Fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, en entrevista con Aristegui Noticias, informó que que han muerto 31 servidores públicos de la Fiscalia de la ciudad por complicaciones relacionadas al Covid-19. Y dijo que otros 412 dieron positivo al nuevo coronavirus.
Y les falta protección, según 11 funcionarios a quienes se entrevistó para este reportaje. Policías de Investigación, Peritos, Ministerios Públicos y Médicos Legistas dijeron en entrevista que están colaborando estrechamente en las agencias, pese a la poca protección que se le prové para evitar contagios. Muchos pideron el anonimato ya que no fueron autorizados para hablar del tema.
Para los agentes, el acceso al agua es un lujo en algunos casos. Y hacen lo que pueden para comprar su propio equipo de protección, su propio desinfectante de manos e incluso su propio jabón de manos.
Los funcionarios de la Fiscalía ya se enfrentaban a la tasa de homicidios más alta desde que se mantienen registros en la ciudad, lo que ha derivado en una carga de trabajo abrumadora.
“Unas diez órdenes de investigación cada día les llega a cada compañero en los sectores,” dijo Ramón Bernal, un ex policía investigador que ahora encabeza un movimiento nacional en defensa de los derechos de los oficiales. Y añadió que los agentes han hecho su trabajo durante mucho tiempo con pocos recursos.
Y entonces llegó el coronavirus.
“La falta de protección a los compañeros de la fiscalía – y que no se respetara el decreto de emergencia sanitaria – tuvo una consecuencia”, dijo Bernal. “Al poco tiempo se empezaron a enfermar.
A agentes que externaron problemas de salud y madres con niños pequeños se les permitió trabajar desde casa. Según Godoy, al 50 por ciento de los servidores públicos se les permitió trabajar desde casa ante la emergencia sanitaria. El resto continúa llendo al trabajo.
Hace más de tres semanas, el Fiscal en Álvaro Obregón ordenó a los servidores públicos de la agencias de la alcaldía acudir a trabajar a la Agencia Álvaro Obregón 3-4, en un momento en que el gobierno ha promovido el distanciamiento social. Cincuenta funcionarios públicos trabajan en la agencia todos los días con poca protección, según dos fuentes de ahí, en incluso en condiciones que les impiden mantener sana distancia.
“Es una mala estrategia”, dijo Ramón Bernal sobre la decisión de mantener a todos los oficiales en un espacio cerrado de trabajo. “Está mal porque no pueden mantener la sana distancia”.
Las autoridades señalaron que hasta 20 personas pueden estar a la vez en la agencia para denunciar un delito o visitar a un detenido, lo que también complica el distanciamiento social.
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Un policía dijo que ha trabajado dos casos de personas con síntomas relacionados con Covid-19 en la agencia.
Y el virus también ha alcanzado a los agentes de ahí. Actualmente, cuatro funcionarios se encuentran en cuarentena luego de dar positivo al patógeno en la agencia, según tres fuentes.
En una visita a Álvaro Obregón 3-4 se constató que la agencia tiene pocas ventanas y la circulación del aire es limitada. No había papel higiénico en el baño de la policía de investigación y el dispensador de jabón de manos estaba vacío.
En el lavabo del baño había una botella de Gatorade llena de jabón en polvo Roma que, según un funcionario, fue comprada por su grupo. El acceso al agua es intermitente, por lo que los agentes tienen un barril de 50 galones como reserva improvisada de agua.
“No hay agua en toda la mañana, entonces no podemos limpiar las oficinas ni lavarnos las manos”, dijo uno de los policías de investigación destacamentados ahí. Los oficiales incluso se ven en la necesidad de traer su propio papel sanitario.
En la agencia cuentan con una máquina desinfectante en la entrada, pero está fuera de operación y luce abandonada.
“La policía y el Ministerio Publico es el segundo grupo más expuesto y sin embargo la autoridad no hace nada por ellos,” dijo María Elena Morera, presidenta de Causa en Común.
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Para prevenir contagios, las autoridades deberían proveer centros de lavado en cada una de las agencias para lavar los uniformes de los oficiales antes de volver a sus casas tras concluir los turnos, dijo Morera.
“Pero bueno es ya pedir mucho, verdad, si no tienen nisiquiera jabón”, declaró Morera.
Godoy dijo en la entrevista que ha dado la órden de que todas las agencias cuenten con las protecciónes básicas como gel antibacterial, cubrebocas y jabón de mano.
“Lo más importante es proteger a nuestras compañeras y a nuestros compañeros y al público que está con nosotros a los usuarios y a los detenidos,” dijo la Fiscal.
Cuando se le preguntó sobre la falta de jabón de mano y cubrebocas, dijo que lo investigará. “Esta es de las cosas más elementales,” respondió. “Reviso, por que entonces alguién está fallando en las enlaces administrativos en eso por que todo eso no debe de faltar.”
En la agencia Coyoacán 3 (COY-3), los oficiales lidian con la peligrosa tarrea de recibir casos de Covid-19.
*Pablo, por ejemplo, es un médico legista que está a cargo de revisar cadáveres de personas fallecidas por Covid-19.
El funcionario declaró que en las primeras semanas de la pandemia sus superiores no le proveyeron de equipo protector.
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Hace unas dos semanas finalmente le entregaron batas y guantes pero, de acuerdo con Pablo, los materiales incumplen con las normas internacionales para proteger del virus.
El gobierno le da un cubrebocas por semana, declaró, por lo que tuvo que gastar 4 mil pesos en la compra de máscaras 3M y 300 pesos más para adquirir filtros.
“La mitad de mi quincena va para proteger mi vida y mi salud”, dijo.
Incluso el acceso a servicios básicos es complicado para los policías en Coyoacán 3. A menudo hay cortes de agua, sostuvo Pablo.
“Es muy rara la vez que hay jabón”. declaró. También tiene que traer su propio antibacterial a la agencia.
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México no respondió a una solicitud de entrevista.
En la sede de la Fiscalía capitalina en la Colonia Doctores, llamada “El Bunker”, los funcionarios también se vieron forzados a trabajar hombro a hombro, sin sana distancia.
“No se tomaron la medidas precautorias,” declaró Samuel*, un policía de investigación que trabaja en El Bunker.
La sanitización del lugar se hace cada tres días, y no diario, añadió.
“Empezamos a limpiar nosotros, con nuestros medios, a limpiar nuestras areas de trabajo…cada quien lleva su jabón y su trapo para limpiar su área de trabajo.”
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El director de las Fiscalías Centrales, Omar Reyes, se contagió del virus a finales de marzo. “Él fue el primero que dio positivo,” de los de la Fiscalía, confirmó Godoy. El funcionario ya había tenido contacto constante con múltiples oficiales, según dos fuentes. Pero sólo a algunos se les permitió la cuarentena.
“Unicamente aislaron los mas cercanos,” dijo Bernal, el ex oficial policiaco de investigación. “Pero los demás compañeros no, cuando todos tuvieron contacto en las diferentes áreas.”
El resto de los policías recibieron órdenes de continuar trabajando.
“El demás grupo se quedó indefenso, se quedó sin ningún protocolo y después supimos que varios de ellos estuvieron enfermos,” declaró Bernal.
Y como sucede en muchas de las agencias, algunos baños de “El Bunker” a menudo tampoco cuenta con jabón para manos.
“Cada quien compra su propio jabón”, declaró Samuel.
“No estamos preparados,” dijo. “En ningún nivel estamos preparados para una situación así.”
*Los nombres fueron modificadas ya que solicitaron anonimato pues no estaban autorizados para dar entrevistas.
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