Ya son siete los funcionarios del gobierno boliviano que se contagiaron el coronavirus, luego de que este fin de semana se sucedieran los positivos de los ministros de Salud y Minería y el de la Presidencia.
Pero el dato sólo es la punta del iceberg: hasta hoy el país andino tiene 39.297 infectados y 1434 muertos, y los departamentos que concentran el 79% de los casos con Santa Cruz, Beni, Cochabamba y La Paz. Es más, según cálculos oficiales, para fin de agosto habrá 130.000 casos de Covid-19 en Bolivia.
Desde el propio gobierno, ahora atribuyen las muertes a la ignorancia de los ciudadanos. El ministro de gobierno (el titular de Interior) Arturo Murillo afirmó hoy que “mucha gente se está muriendo por simple ignorancia”, “por no darse cuenta de que están con Covid-19”. Creen que el coronavirus es “un resfriado normal”, citado por El Deber.
La tarjeta para “sacar el virus”
Semanas atrás, eran el propio Murillo y la presidenta interina Jeanine Añez quienes usaban una tarjeta celeste colgada al cuello, del producto Virus Shut Out que se comercializaba por sus supuestas propiedades para evitar el contagio de coronavirus aunque su eficacia no fue demostrada. La tarjeta de Virus Shut Out asegura que purifica el aire “eliminando virus y bacterias durante un mes”, pero incluso fue clasificada de fraudulenta en Asia y EE.UU.
En Cochabamba, Murillo aprovechó la presencia de los periodistas para instar a los bolivianos a “no esperar hasta el último momento para ir a una clínica o recurrir a un médico“. “En cuanto comencemos a sentir la sintomatología -dolor de cabeza, de garganta, fiebre- inmediatamente hay que buscar un médico”. El titular de Interior narró que él mismo acudió ayer a un centro médico porque se sentía mal. “He ido a la clínica, me hice sacar una tomografía y lo que tengo es un brutal estrés”, aclaró.
Fase explosiva de contagios
El jefe nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto, expresó hoy su preocupación por lo que sucede en los departamentos de La Paz y Cochabamba, que presentan una tendencia muy rápida a duplicar sus casos de coronavirus e ingresaron a una fase explosiva de contagios.
“Los datos numéricos nos explican todo, hay gente que no lo cree, pero los datos no mienten, Cochabamba y La Paz están en esa proyección de duplicar muy rápidamente sus casos”, dijo a Unitel.
Colapso del sistema funerario
Mientras en La Paz el miedo crece por el aumento de contagios, al punto que desplazó a Cochabamba del tercer lugar de las regiones más impactadas, en Cochabamba la desesperación ahora es por el colapso del sistema funerario que tiene problemas con los hornos crematorios.
En Cochabamba se han encontrado cadáveres de víctimas de Covid-19 en la calle, imagen calcada de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil al inicio de la pandemia por el colapso de los servicios funerarios. Hoy se encontró nuevamente un cadáver abandonado en la vía pública que según los vecinos era una persona en situación de calle y se investiga si murió de coronavirus.
Cochabamba es el bastión del Movimiento al Socialismo del ex presidente Evo Morales, y había sido aislado hace un mes por el aumento de contagios. “Es probable que si no tomamos las medidas radicales la situación pueda ser mucho más explosiva y grande, y podamos llegar al pico más alto en septiembre y no en julio o agosto, como estimábamos”, advirtió Prieto.
Vacuna para mediados de 2021
Sobre la cantidad de funcionarios infectados, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, replicó diciendo que “nosotros los ministros estamos en primera línea trabajando con el pueblo. Ya van, si no me equivoco, siete ministros que han caído con Covid-19 y no por eso nos estamos escondiendo detrás de un escritorio, ni estamos mandando desde una mansión de algún lugar del mundo, no; estamos trabajando con la gente“.
La ministra de Salud puso paños fríos a la esperanza de que este año haya una solución sanitaria al coronavirus en el país. “Hay la alta probabilidad de recién contar con una vacuna a mediados de 2021”, aclaró. “Para esto, el país ya se encuentra negociando con organizaciones e instituciones pertinentes para nuestra población”, la citó El Deber.
Elecciones: ¿en septiembre?
Y si bien la presidenta interina, Jeanine Áñez, promulgó días atrás una ley para que el 6 de septiembre se realicen las elecciones presidenciales y legislativas, la ministra de Salud Roca planteó que sea el Comité Científico de su ministerio el que decida cuándo deben celebrarse las próximas elecciones generale.
Roca argumentó que “así como hay un Tribunal Supremo Electoral (TSE) independiente que debe administrar el proceso electoral con absoluta transparencia y equilibrio, también debe haber una instancia que evalúe la pertinencia médica de acudir a las urnas en una fecha u otra”.
Con los comicios, Bolivia aspira a superar la crisis abierta tras las elecciones del pasado 20 de octubre, que propiciaron la dimisión de Evo Morales y dejaron más de 30 muertos, que iban a repetirse el 3 de mayo pero fueron aplazados por la pandemia.
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