Continúan las compras de pánico de algunos productos y los supermercados y farmacias están haciendo el negocio del siglo reponiendo las mercancías, escribe Enrique Galván en La Jornada.
Los diarios de circulación nacional presentan opiniones y editoriales con información y trascendidos relevantes en materia económica.
Dinero, de Enrique Galván, en La Jornada:
Ventas extraordinarias en supermercados
Continúan las compras de pánico de algunos productos y los supermercados y farmacias están haciendo el negocio del siglo reponiendo las mercancías. Es un miedo irracional. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo: De nada sirve el miedo, de nada sirve el pánico, pero es una reacción natural. Las olas de miedo pueden llevar a cancelaciones anticipadas de eventos. Llamamos a la calma. Tenemos identificado el plan técnico, pero no hay que cancelar eventos de manera desordenada.
El funcionario señaló que el gobierno federal cuenta con seis mecanismos diferentes para detectar el coronavirus en el país y descartó que las autoridades estén ocultando información sobre posibles contagios. López-Gatell no se ha salvado de una embestida de los fanáticos antiamloístas de las redes sociales que ven la pandemia como una oportunidad para desprestigiar al gobierno. Las cifras oficiales son: 82 casos confirmados de coronavirus, 171 sospechosos, 579 negativos, tres casos en que el enfermo se recuperó y cero defunciones.
Capitanes, en Reforma:
Oportunidad digital
Ante el embate del nuevo coronavirus, toda medida que las empresas implementen para prevenir contagios es bien recibida y entre éstas destaca el llamado que instituciones bancarias han hecho a sus clientes para minimizar las visitas a sucursal. Puede ser que éste sea un momento crucial para potenciar los servicios de banca digital, pues ya se prevé que usuarios que todavía mostraban cierta resistencia podrían estar entrando a la dinámica electrónica. Esto sin duda impulsaría los esfuerzos que algunos bancos han realizado para expandir el uso de las plataformas y todos los servicios que ofrecen a través de ellas.
Ahora, en medio de la pandemia, aquellas que más han invertido en servicios digitales y que cuentan con más usuarios tendrán una ventaja sobre sus competidores. Por número de usuarios digitales, el sistema bancario mexicano está liderado por BBVA, de Eduardo Osuna Osuna, seguido no tan de cerca por Citibanamex, a cargo de Manuel Romo. Y aquellas que se están quedando atrás en el desarrollo de sus plataformas digitales tendrán más claro que nunca la necesidad de acelerar el paso para lograr una mayor conectividad con sus cuentahabientes.
Coordenadas, de Enrique Quintana, en El Financiero:
Lo peor está por llegar
Sin ánimo tremendista y con el deber de reconocer la realidad, creo que es prudente hacernos las siguientes preguntas. ¿Qué tan grave y prolongada puede ser la recesión que casi seguramente se va a presentar? No tenemos aún todos los elementos para juzgar el impacto que tendrá. Si las medidas de contención y distanciamiento social que se apliquen permiten que en el curso de un par de meses esté controlada la pandemia, entonces probablemente nos encontraríamos en el escenario de una recesión profunda pero corta. Pero si las medidas de aislamiento social resultan ineficaces o insuficientes o bien, se requieren por un periodo más extenso, entonces podríamos estar ante el riesgo de una recesión profunda y larga, como la del 2009 o peor.
¿Qué tanto le puede pegar la pandemia a la economía mexicana? En el primer escenario mencionado arriba podríamos tener una caída fuerte del PIB en el segundo trimestre del año, tal vez de 4 a 5 por ciento, y una recuperación moderada en los trimestres tercero y cuarto. Al final del año podríamos estar con una caída de 1 a 2 por ciento en promedio.
La Cuarta Transformación, de Darío Celis, en El Financiero:
López-Gatell, el tuerto en el gobierno de ciegos
Entre cercanos a Andrés Manuel López Obrador se tiene claro que no ha sido indiferente a la crisis del coronavirus y que incluso ha tenido que modificar algunas de sus más férreas convicciones. Prueba de ello es el inusual protagonismo que ha adquirido el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, encargado de la contención de un brote de neumonía sin precedentes en el país.
El funcionario puede ser artífice de un eventual éxito de salud pública o, como todo apunta después de su lamentable intervención de ayer en la mañanera, responsable del caos que se ve venir. Aseguran colaboradores de Palacio Nacional que desde principios de febrero, la figura de López-Gatell empezó a ser perturbadora para el titular del Ejecutivo. Y es que es por demás conocido el rechazo que tiene el tabasqueño a que los funcionarios de su gabinete puedan lucir por algún tipo de logro o desempeño individual.
Ricos y poderosos, de Marco Mares, en El Economista:
Recesión global, el fantasma
La crisis del coronavirus en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica con el creciente número de contagios y muertos, por el lado sanitario, y con la ruptura de las cadenas de producción y la parálisis parcial o total de diversos sectores, está dejando claro que el fantasma de la recesión global podría dejar de ser algo etéreo. Ni los inesperados recortes a las tasas de interés ni las multimillonarias inyecciones de liquidez que ha anunciado el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, han logrado detener el baño de rojo con el que se han entintado los mercados de capitales.
Al mismo tiempo, en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no hay necesidad de mayores estímulos fiscales por que ya existe el que se aplica a la gasolina. La posición del gobierno mexicano tanto en la parte sanitaria como en la económica, parece anticlimática. Cuando en Europa y EU se aplican medidas aislacionistas, en México el presidente no interrumpe sus giras, continúa repartiendo besos y abrazos, y el subsecretario de prevención de la secretaría de Salud, Hugo López-Gatell, asegura que el jefe del Ejecutivo tiene fuerza moral, no de contagio.
Activo Empresarial, de José Yuste, en Excélsior:
4T: momento de utilizar el superávit
El gobierno de López Obrador ha labrado en piedra el superávit primario. Su objetivo es alcanzar un superávit primario de 0.7% del PIB para 2020. Está bien que mande señales de que es un gobierno de izquierda distinto, que no busca endeudarse, que no quiere dejar pasivos a las nuevas generaciones, y que, al tener finanzas públicas sanas, mantendrá la estabilidad. Pero tener un pequeño déficit público nos permitirá solucionar las enormes necesidades en un año donde la economía mundial se está cayendo a pedazos por el coronavirus.
El nerviosismo llevó al peso interbancario a cotizar a 23 por dólar en el feriado de ayer. La posible recesión mundial nos va a golpear, sobre todo porque afectará el crecimiento de nuestro principal socio comercial, EU. Pero también porque las cadenas de valor se rompieron, sobre todo en sectores productivos como el automotriz: se dejaron de producir piezas en Asia o en Europa. Las aerolíneas van en picada. El turismo se derrumbó. Si hay cuarentena, el consumo va a la baja. Para evitar que la contracción sea tan fuerte, es el momento de utilizar el superávit primario, en lo que más tenga impacto en el corto plazo.