El director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el brasileño Jarbas Barbosa, cree que los países latinoamericanos se han dado cuenta de la necesidad de tener un sistema de salud universal y de calidad tras la pandemia del coronavirus y asegura que, aquellos que los construyan, “se recuperarán mejor” en el largo plazo.
En una entrevista con EFE en Madrid, Barbosa, director también para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), defiende los sistemas sanitarios públicos y recuerda que “dejar al mercado” la gestión de las vacunas “es inaceptable”.
El brasileño apunta a que el mayor problema que enfrentó América Latina en la fase de vacunación contra el coronavirus “fue al comienzo” cuando “faltó un acuerdo global que pudiera asegurar un acceso equitativo” y estos países “estaban en una situación desesperante”.
Aún así, subraya que cuando llegaron los viales, la vacunación se llevó a cabo “de manera muy rápida” en casi todos los países de Latinoamérica, con la excepción de algunas islas del Caribe, donde “no hubo tantos contagios y la percepción del riesgo (de no vacunarse) era menor”.
Al día de hoy, Barbosa destaca que “después de ser (la región latinoamericana) epicentro de la pandemia en algunos periodos”, la situación “está mucho más tranquila”.
“Siguen algunas transmisiones, hay que seguir con la vigilancia, sobre todo para identificar si aparece una nueva variante y lograr llegar a los grupos que aún necesitan vacunarse, como las personas mayores o con enfermedades crónicas quienes necesitan refuerzos”, dice.
Recuperar los sistemas de salud, unos de los “grandes desafíos” post pandemia
El brasileño insiste en que la recuperación de los sistemas de salud “es uno de los grandes desafíos” de todos los países del mundo porque la “pandemia demostró que nadie estaba bien preparado”.
“Es el momento de implementar todas las lecciones aprendidas”, asevera, unas acciones que pasan desde proporcionar “acceso equitativo a las vacunas” a “fortalecer las capacidades” de los profesionales para “tener sistemas de salud más resistentes”.
También considera importante alcanzar sistemas de “triaje más adecuados” y proporcionar “equipos de protección individual más adecuados” para los profesionales.
Los sistemas han de ser “más resilientes y recuperarse de los impactos negativos pero no para volver a 2019, sino ir más allá, porque en 2019 algunos países y algunos grupos poblaciones más vulnerables no estaban en una buena marcha para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible“.
A su juicio, después de la pandemia ha surgido “una ventana de oportunidad”.
“Nunca la salud fue tan valorada por la ciudadanía, los medios de comunicación o los jefes de Estado, pero se debe transformar en fortalecimiento de personal, entrenamiento, número adecuado de profesionales y garantizar un cambio en los sistemas de salud para que puedan responder a las necesidades de las poblaciones”, continúa.
Asistencia para los migrantes de la región
Barbosa analiza la situación de los migrantes de la región, los que quieren llegar a Estados Unidos, pero también los que desde hace varios años deciden probar suerte en otro país latinoamericano, como es el caso de millones de venezolanos.
En los momentos de vacunación contra la Covid-19, la OPS “hizo un esfuerzo de movilización de vacunas” para esta población”.
Incide en que “no es aceptable que un migrante no tenga acceso a vacunas o al diagnóstico de sus enfermedades” y que muchas de estas personas dejan sus países por falta de acceso sanitario.
“Algunas personas que salieron de Venezuela fue por una cuestión de salud; en Chile, el 40% de los que llegaron tenían VIH, no tenían acceso a retrovirales en su país y decidieron salir”, también “mujeres embarazadas, que estaban preocupadas por el estado de los hospitales”.
Y pone el ejemplo de Colombia, que “recibió a un millón y medio de venezolanos” y tuvo que “movilizar recursos económicos” para atenderles.
“Colombia sufrió pero movilizó recursos, nosotros apoyamos y buscamos donaciones para garantizar el acceso”, añade.
Pese a las dificultades, asume que la situación de la migración intrarregional “es un poco mejor ahora”: “fue complicado, pero ahora los países ya tienen estrategias para asistir a esos migrantes ,y también Venezuela, si empieza un proceso de diálogo, puede mejorar la situación de los hospitales y el acceso a medicamentos”.
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