Al menos siete personas que asistieron a la ceremonia en la Casa Blanca para anunciar a la jueza Amy Coney Barrett como su nominada para el puesto vacante en la Corte Suprema, han dado positivo al COVID-19.
El presidente Donald Trump anunció en un mensaje de Twitter durante la madrugada del viernes que tanto él como su esposa Melania habían dado positivo. Ambos se hicieron la prueba luego que una de sus asesoras más cercanas, Hope Hicks, había contraído el virus.
Desde entonces, se informó que el primer mandatario pasaría los “próximos días” en el hospital militar Walter Reed como medida de precaución.
Aunque no está claro cómo ni dónde exactamente se contagió el presidente Trump, para la mañana del sábado, al menos otras cinco personas que asistieron el evento del sábado pasado, llevado a cabo en el Jardín de las Rosas de la mansión presidencial, habían arrojado positivo por el virus: los senadores Thom Tillis, de Carolina del Norte, y Mike Lee, de Utah; el presidente de la Universidad de Notre Dame John Jenkins; la exasesora del presidente Kellyanne Conway, y un reportero de la Casa Blanca.
Imágenes de la ceremonia muestran a los contagiados estrechando manos, dando besos o hablando al oído. Muchos de los presentes no estaban usando mascarillas ni manteniendo la distancia aconsejada por los expertos.
El mandatario pasará varios días mientras es tratado por complicaciones del coronavirus.
Los senadores Tillis y Lee dijeron el mismo viernes que les detectaron el coronavirus.
Lee, que no utilizó mascarilla durante el acto en la Casa Blanca, dijo que presentó “síntomas coincidentes con alergias de mucho tiempo”. Tillis, que usó mascarilla en el segmento público del acto, dijo no haber tenido síntomas.
Ambos afirmaron que se pondrían en cuarentena durante 10 días, la cual concluirá antes del inicio, el 12 de octubre, de las audiencias de confirmación de Barret. Los dos son miembros del Comité Judicial del Senado.
Conway, quien fue directora de campaña del hoy mandatario antes de convertirse en una de sus más firmes defensoras en la Casa Blanca, argumentó razones personales y familiares para retirarse de su cargo.
Por su parte, Conway confirmó la noche del viernes que también había contraído COVID-19. “Esta noche di positivo en la prueba de COVID-19. Mis síntomas son leves (una tos ligera) y me siento bien. He comenzando el proceso de cuarentena en consulta con médicos”, escribió en su cuenta de Twitter.
Tras los diagnósticos del presidente y de los legisladores republicanos, los demócratas han hecho llamados para que se retrasen las audiencias de confirmación de Barrett, pero los dirigentes republicanos se han negado a la idea y han asegurado que seguirán adelante con el proceso.
Tanto el presidente del Comité, el senador Lindsay Graham, como el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, han dicho que las audiencias continuarán sin retrasos.
“Espero volver al trabajo lo antes posible”, dijo Bill Steipen a su equipo de trabajo.
Otros miembros del círculo cercano de Trump, que no estuvieron en ese evento, han sido diagnosticados con el virus.
El asesor de Trump y exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, informó el sábado a través de su cuenta de Twitter que había sido diagnosticado con COVID-19. El exfuncionario estuvo por última vez con el primer mandatario a principios de la semana cuando Trump se preparaba para el primer debate presidencial.
Asimismo, la presidenta del Comité del Partido Republicano Ronna McDaniel se enteró de que tenía el virus la tarde del miércoles y ha estado confinada en su casa en Michigan desde el pasado sábado, cuando un familiar fue diagnosticado. McDaniel fue vista por última vez con el presidente Trump hace una semana, según el diario The New York Times.
Los hijos de Trump han indicado que han dado negativo al virus.
La mañana del sábado, el médico de la Casa Blanca dio una actualización sobre la salud del mandatario, afirmando que está de “buen humor”, sin fiebre y que respira bien mientras recibe tratamiento.