El prestamista no bancario mexicano Crédito Real no recurrirá a una declaración de bancarrota en Estados Unidos, a pesar de haber caído en incumplimiento de pagos a principios de este año, informó este viernes Bloomberg.
La institución financiera, enfocada en el otorgamiento de créditos vía nómina, para autos y pequeñas empresas, entre otros, anunció que sigue evaluando las opciones para lograr reestructurar su situación financiera.
Sin embargo, ha decidido dar por finalizada su relación contractual con las firmas que ejercían como asesores de reestructuración y legal.
Crédito Real informó el jueves por la noche a la bolsa que decidió dar por concluida su relación contractual con DLA Piper LLP, de Estados Unidos, quien fungía como asesor legal, y con FTI Consulting, quien era su asesor de reestructuración por “así convenir a los intereses de la compañía dentro del contexto actual”.
“Esta decisión no modifica el objetivo de la Compañía de continuar evaluando alternativas para lograr un proceso ordenado de reestructura. Continuaremos comunicando cualquier actualización disponible de manera oportuna y transparente”, dijo en un comunicado a la bolsa.
Además de no haber podido pagar este año a los tenedores de un bono en francos suizos que vencía, Crédito Real ha estado bajo presión desde abril de 2021, cuando reveló unas revisiones a su declaración auditada de 2020 que mostró un fuerte aumento en su cartera de préstamos en mora.
En abril la Secretaría de Hacienda advirtió que la empresa había reportado pérdidas multimillonarias e incumplido sus obligaciones financieras.
¿Qué podría pasar si tienes un préstamo?
A pesar de la advertencia, Hacienda no considera que una posible bancarrota pueda implicar riesgos para la estabilidad o funcionamiento del sistema financiero mexicano, ni se anticipa un efecto de cascada para otras instituciones, al no ser una institución sistémicamente importante a nivel local.
Hasta abril de 2022, las acciones de Crédito Real mostraban una caída de 82 por ciento, y la empresa acumulaba vencimientos de deuda que suman 14 mil 639 millones de pesos, de los cuales, 52 por ciento corresponde a líneas de crédito revolvente.
En marzo de 2022, la empresa anunció que se encuentra reestructurando su cartera y está valorando la posibilidad acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, lo que le permitiría establecer un período de negociación de los términos de la liquidación de una empresa, incluyendo la reorganización de sus activos y pago de deudas.
Con información de Reuters
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