En México, niños y adolescentes son reclutados en escuelas por integrantes de pandillas y de grupos del crimen organizado, denunció el asesor del Centro Regional de Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (Unlirec), Walter Murcia.
Durante la presentación del informe Violencia armada y afectaciones a la niñez y la adolescencia, organizado por la iniciativa Tejiendo Redes Infancia, Murcia destacó que, en años recientes se ha detectado un aumento en la presencia de armas de fuego en los planteles escolares.
Una investigación emprendida por el Unlirec en 2020 detectó la participación de niños de entre siete y 13 años de edad en diferentes economías ilegales como el narcomenudeo.
“Hemos visto como estudiantes son utilizados para transportar armas con el objetivo de evadir cualquier tipo de control policial que haya en las comunidades”, denunció Murcia.
Las escuelas también han sido utilizadas para esconder armas y municiones para agrupaciones criminales, tanto en México como en países del triángulo norte de Centroamérica.
“Para una región que está haciendo muy afectada desde hace muchos años por la violencia, particularmente armada, es sumamente importante este tipo de estudios, principalmente para obtener datos precisos sobre niveles de violencia y sus características”, sostuvo.
Adicionalmente, los estudiantes han llegado a conseguir armas “como forma de protección ante el acoso escolar que sufren en sus trayectos hacia las escuelas o a nivel interno”, explicó el funcionario del Unlirec.
“Es importante que todas las políticas públicas que se direccionan para atender este tipo de manifestaciones de violencia, se basen en respetar y garantizar el interés superior de niños, niñas y adolescentes, basados en una corresponsabilidad de estado sociedad civil y las mismas comunidades”, añadió Murcia.
El informe Violencia armada y afectaciones a la niñez y la adolescencia, resaltó que en México persisten diferentes formas de violencia “que conjugadamente significan la violación de los derechos de niñas, niños y adolescentes”.
“La agudización del conflicto armado, la violencia organizada, la pandemia sanitaria por la Covid-19, la violencia intrafamiliar, la violencia sexual, la explotación infantil y las situaciones estructurales no superadas especialmente en materia de protección, progresividad y no regresividad de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, mantienen en riesgo y vulneración a la niñez”, enuncia el estudio.
En materia de vinculación de la niñez al conflicto armado y violencias relacionadas como expresiones de la violencia armada, consideró necesario “orientar el trabajo en materia de construcción de iniciativas de memoria y monitoreo de la situación con enfoque de derechos de niñas, niños y adolescentes especialmente, de aquellos que han sido víctimas del conflicto armado en las zonas priorizadas para orientar las acciones hacia la búsqueda de la prevención y la no repetición, desafíos que se enfrentan en la actualidad del país”.
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