Pedro Sánchez ya tiene decidido el núcleo duro de la próxima ejecutiva del PSOE. El presidente del Gobierno ha optado por perfiles con experiencia y de su máxima confianza desde antes de su reelección como secretario general en 2017. Las únicas certezas hasta el momento eran el nombramiento de Adriana Lastra como vicesecretaria general, un cargo que desempeña desde el anterior congreso federal, y que Santos Cerdán continuaría siendo el secretario de Organización, otro puesto estratégico ante el ciclo electoral de 2023, con comicios municipales, autonómicos y generales. A partir de ahí, el resto era incógnitas que ya se van desvelando. La primera, que Cristina Narbona será por segundo mandato consecutivo la presidenta del PSOE, según avanzan fuentes socialistas a EL PAÍS. Además, Juan Espadas, que desde el pasado julio es el secretario general de la federación andaluza, la principal del PSOE, presidirá el Consejo de Política Federal.
Con la revalidación de Narbona el líder del PSOE quiere trasladar un mensaje para el proyecto del partido: el compromiso con la lucha contra el cambio climático y su empeño en una industria y economía españolas sostenibles. La influencia de la exministra de Medio Ambiente en el proyecto socialista es palpable: Sánchez—quien precisamente la sustituyó como portavoz en la comisión para el estudio del cambio climático en el Congreso en 2013― incluyó el ecosocialismo en un documento estratégico del partido como una garantía “imprescindible de un progreso seguro, justo y duradero”.
Javier Izquierdo asumirá una cartera clave para el devenir del PSOE. El actual delegado del Gobierno en Castilla y León, que en los últimos cuatro años ha sido el secretario ejecutivo de Formación, será el nuevo encargado de Acción Electoral. Su función consistirá en analizar los pormenores de los análisis e informes con los que el PSOE afrontará las elecciones generales, regionales y locales de 2023. El predecesor de Izquierdo es Francisco Salazar, que hasta la remodelación del Gobierno de mediados de julio fue el número dos de Iván Redondo en La Moncloa. Desde entonces es el presidente del hipódromo de La Zarzuela.
Otro dirigente socialista que permanecerá en la dirección federal es Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Como el resto, el vicepresidente primero del Congreso fue uno de los grandes apoyos de Sánchez en 2017 frente al establishment del PSOE. El futuro secretario de Política Municipal lo apoyó, además, en su tierra, Andalucía, el cuartel de invierno de Susana Díaz hasta su derrota definitiva en las primarias del pasado junio ante Juan Espadas.
Gómez de Celis dejará el testigo de la secretaría de área de Relaciones Institucionales y Administraciones Públicas a Llanos Castellanos. La actual directora adjunta del Gabinete de la Presidencia del Gobierno ―el puesto que antes ocupaba Salazar― entrará en la ejecutiva federal del PSOE con la función añadida de responsable de Justicia. La segunda de Óscar López, director del Gabinete de la Presidencia, fue consejera de Administraciones Públicas en Castilla-La Mancha (2003-2007), directora general de Cooperación Local del Ministerio de Política Territorial y Administración Pública (2009-2011), delegada instructora del Tribunal de Cuentas (2013-2018), secretaria general de Coordinación Territorial del Ministerio de Política Territorial (2018-2019) y presidenta de Patrimonio Nacional en 2020. También ha sido diputada en la Asamblea de Madrid.
El responsable del área autonómica será Guillermo Fernández Vara, según adelantó la Cadena SER el miércoles. El presidente extremeño ya formaba parte de la Ejecutiva del PSOE y presidía el Consejo de Política Federal, que reúne a todos los barones territoriales. Ese puesto será ahora responsabilidad de Juan Espadas.
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