¿Qué tiene Cristina Pedroche que hasta Instagram se rinde a sus pies?. No hay nada que se le resista a la presentadora madrileña, que se ha mostrado más retadora que nunca en el último post que ha publicado en su perfil de esta conocida red social, donde está considerada toda una it girl. En esta ocasión no ha tenido mejor ocurrencia que mostrar su perfecta retaguardia en una fotografía complicada de ver. La comunicadora se muestra como Dios la trajo al mundo reflejada en el cristal de un enorme ventanal a través del que se visualiza un frondoso jardín vertical. Todo un desafío no solo a las leyes antidesnudos de Instagram, sino también para al ojo humano. Una foto no apta para hipermétropes que tendrán que afinar la visión para deleitarse con la envidiable figura postconfinamiento de ‘la Pedroche’. Y todo bajo las estrictas normas de la red social, que esta semana censuraba una imagen de Jon Kortajarena posando con su sobrino en la playa, provocando el enfado del modelo que tuvo que hacer un pequeño retoque para poder mostrar la fotografía de un momento entrañable en familia.
Pero esta no ha sido la primera vez que Cristina se ha atrevido con este tipo de imágenes. Parece que Instagram sí aprueba este tipo de imágenes de la Pedroche que ya lo ha hecho en otras ocasiones, algunas en momentos señalados en su calendario personal. Así fue cómo calentaba motores 24 horas antes de dar las Campanadas, con un vídeo en el que se deja ver totalmente desnuda -aunque pixelada- desafiando a las bajas temperaturas reinantes en la capital en plena Navidad.
Meses después, y aprovechando el día de San Valentín, Cristina contaba con la presencia de su marido, el chef Dabiz Muñoz, en una nueva imagen en la que los dos aparecen desnudos. Una manera original de pedirle a su chico que le preparase la cena en un día tan especial, confesando además que ellos no son de regalar. «Mi regalo ya es él y cada día», reza la publicación que escribe una Pedroche cada día más enamorada. En esta ocasión, y gracias a que el cocinero tiene uno de sus brazos colocados estratégicamente tapando los pechos de su mujer, la imagen pasó la criba ‘censora’.
Y aunque, como cualquier influencer, la vallecana también cuenta con su legión de haters, lo cierto es que los vigilantes de la red parece que forman parte de esos casi tres millones de followers que alaban cada una de sus publicaciones. Su naturalidad, su sentido del humor, su osadía y su feminismo hacen de Cristina Pedroche una de las reinas de Instagram