Los Oscar 2023 que se celebrarán el próximo domingo en el teatro Kodak de los Ángeles anunciarán quienes son los grandes ganadores de la noche más importante del año para el cine. En esta edición, tanto Todo a la vez en todas partes como Los Fabelman de Steven Spielberg parten con la ventaja de ser las grandes favoritas en los galardones más relevantes. En cambio, el título de mejor actor tiene dos principales candidatos; Brendan Fraser por su papel en La ballena y Austin Butler, quien todavía no ha podido abandonar el acento de Elvis. El espectáculo visual que ha creado Baz Luhrmann, junto a la fotografía de Elliott Wheeler es de merecido análisis y por ello, tras una breve sinopsis repasamos brevemente que es lo que nos ha parecido este gran circo de hombreras, laca y caderas en movimiento que ha producido Warner Bros.
La sinopsis oficial de Elvis es la siguiente: “La película explora la vida y la música de Elvis Presley (Butler)a través del prisma de su relación con el coronel Tom Parker (Tom Hanks) su enigmático manager. Una profunda y compleja relación que abarca más de 20 años desde el ascenso a la fama, pasando por la revolución cultural hasta la pérdida de la inocencia de todo un país”.
Baz Luhrmann: nacido para dirigir ‘Elvis’
Famoso por prodigar en todos sus filmes una estética recargada y llena de posmodernismo, el director australiano parece haber encontrado en la figura del Rey del Rock la panacea todo aquello que a lo largo de su carrera se ha desarrollado como un “quiero y no puedo”. Desde el éxito de Moulin Rogue en 2001, ni Australia ni su remake de El gran Gatsby han sabido replicar la fórmula de su éxito, apoyada en la tragedia y el romanticismo. Sin embargo, Elvis ha supuesto una auténtica liberación temática para la carrera del cineasta, quien además ha conseguido desligarse de los tópicos convencionales propios del subgénero.
Parte de ese éxito reside en la magia de la revolución y en enfocar la narración desde el punto de vista del antagonista, el hipercaracterizado Coronel Tom Parker de Tom Hanks. Todo parece confluir en su justa medida hacia un retrato de brillo y exceso en el que Baz Luhrmann se erige como un auténtico elegido en su puesto como director.
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