La cadena de revelaciones sobre fiestas prohibidas en el número 10 de Downing Street que comenzó el pasado diciembre han puesto al primer ministro Boris Johnson contra las cuerdas. Incluso varias figuras relevantes dentro de su propio partido han censurado el comportamiento del primer ministro británico tras conocerse los eventos que se llevaban a cabo en su residencia oficial. La primera disculpa pública de Johnson tuvo lugar después de que se filtrara un vídeo en el que su secretaria de prensa, Allegra Stratton, bromeaba en un ensayo de rueda de prensa en la que le preguntaban por unas fiestas en Downing Street. Era diciembre de 2020 y la pregunta tenía que ver con las cuatro fiestas que celebró el gobierno de Johnson pocos días antes, en mitad de la segunda ola de contagios de coronavirus. Stratton dimitió el mismo día que se publicaron esas imágenes y Johnson anunció una “investigación interna” sobre esas fiestas.
Dos semanas después, The Guardian publica en exclusiva una imagen de una fiesta en el jardín de Downing Street en la que aparecen Johnson y su mujer junto a unas diez personas, con tabla de quesos y vino incluidos. El primer ministro aseguró que se trataba de una reunión de trabajo, aunque en la fotografía no aparecen ordenadores ni documentos de ningún tipo. El escándalo ya tiene nombre: ‘partygate’. Y a Johnson le estalla el pasado 13 de enero, cuando The Daily Telegraph, un diario afín al ala dura del conservadurismo británico, afirma que un día antes del funeral del Duque de Edimburgo, el 16 de abril de 2021, se celebraron dos fiestas en el Número 10. El país estaba de luto nacional y al día siguiente la imagen que dio la vuelta al mundo era muy distinta: la Reina de Inglaterra se sentaba sola en el funeral de su esposo por las fuertes restricciones en aquel momento. Johnson se tuvo que disculpar personalmente a la reina. En el vídeo que acompaña a esta noticia puede ver la cronología del ‘partygate’.
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