Diez minutos después de la apertura del parqué neoyorquino, las acciones de CrowdStrike, que cotiza en el tecnológico Nasdaq, se vendían a 303 dólares cada una, mientras que las de Microsoft costaban 440 dólares.
En los compases previos al inicio de la jornada, la compañía de ciberseguridad caía un 14 % y Microsoft casi un 3 %.
El consejero delegado de CrowdStrike, George Kurtz, aclaró hace unas horas que el problema ya está solucionado y que el fallo no es un ciberataque, sino un error de software de la actualización que causó un problema en el sistema operativo de Microsoft.
Sin embargo, el sector más afectado fue el aéreo, con más de 22.000 vuelos retrasados en todo el mundo y 2.100 cancelados, de los cuales más de 1,200 operaban con origen o destino a Estados Unidos, según la plataforma de seguimiento de vuelos FlightAware.
En este sentido, todos los vuelos de varias de las grandes compañías aéreas estadounidenses -entre ellas Delta, United y American Airlines- quedaron en tierra en la madrugada del viernes debido a este apagón, aunque ya han podido reanudar sus vuelos.
El fallo informático también derivó en retrasos en agencias de transporte estadounidenses, como la Autoridad Metropolitana de Tránsito de Nueva York, que tuvo problemas en su página web y en su aplicación.
También en EE.UU. los sistemas sanitarios sufrieron interrupciones en algunos de sus servicios, como las consultas no urgentes, debido al apagón de los ordenadores que operan con Windows.
En Europa son muchos los aeropuertos afectados, como Heathrow en Londres -uno de los de mayor tráfico-, Luton, Gatwick, Stansted, Edimburgo, Manchester, Roma, Schiphol, Berlín, Zurich o Cracovia.
En una publicación en X, Microsoft informó que la causa principal del problema se ha solucionado, pero que “el impacto residual” continúa afectando a algunas aplicaciones y servicios de Microsoft 365.
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