Los analistas esperan una tendencia al alza de los precios, pero por ahora siguen bajando y se estima que la presión por la baja demanda continuará
Los precios del petróleo retrocedieron el martes, pese al optimismo por una salida gradual de los cierres impuestos por el coronavirus, ya que persistió la alarma porque las capacidades de almacenamiento se agotan y los recortes de suministros no parecen suficientes.
El Brent puede llegar a 20,03 dólares el barril al mediodía de este martes en Europa, en una sesión volátil en la operación intermitentemente bajo el umbral de los 20 dólares, y tras perder en la víspera 6,8%. El WTI bajaba 1,58 dólares, o 12,36%, a 11,2 dólares el barril.
“Aunque las fuertes oscilaciones de precios van a seguir en el corto plazo, vemos una tendencia más al alza que a la baja con los precios en torno a los 20 dólares por barril. El petróleo se va a recuperar en el largo plazo”, dijo Norbert Rücker, analista del banco suizo Julius Baer.
Desde Italia a Nueva Zelanda, los gobiernos anunciaron un levantamiento gradual de restricciones, aunque Reino Unido dijo que todavía era muy riesgoso relajar los confinamientos, por temor a una segunda ola de contagios. Más zonas de Estados Unidos se aprestaban a reabrir las empresas.
El sector minorista de Alemania instó el martes al gobierno a que permita operar a todas las tiendas habitualmente desde el 4 de mayo, argumentando que la decisión de reabrir solo los lugares más pequeños era confusa para los clientes.
“Aunque esperamos que la demanda de crudo se recupere modestamente desde los mínimos de abril, estará bajo una severa presión en el corto plazo debido a la pandemia“, dijo Giovanni Staunovo, analista de materias primas de UBS.
El presidente ejecutivo de BP, Bernard Looney, dijo a Reuters que su compañía espera que la demanda global de petróleo baje en unos 15 millones de barriles por día (bpd) en el segundo trimestre por efecto del coronavirus. La cifra es mayor a los recortes de suministros prometidos por el grupo de exportadores OPEP+ para aliviar la presión de la sobreoferta.
En otro factor de preocupación, se estima que la capacidad global de almacenamiento en tierra llegó a 85% en la última semana, de acuerdo con datos de la consultora Kpler. Los operadores están recurriendo a contratar costosas embarcaciones estadounidenses para acopiar gasolina o derivados en el mar, de acuerdo a fuentes de la industria naviera. (Reuters)