La tecnología del siglo XXI se ha convertido en una auténtica adicción para una sociedad dependiente de los móviles. Unos terminales en los que se aúnan las características de hasta cinco dispositivos diferentes con los que se puede hacer casi todo. Radio, televisión, cámara, vídeo… Los smartphones están preparados para subsanar cualquier necesidad de la Edad Contemporánea. Por eso se han convertido en todo un negocio para las grandes marcas de telefonía.
Se venden millones de smartphones cada día. Los países desarrollados nutren a las grandes compañías de unos ingresos cada vez más grandes. Y gran parte de la culpa tiene que ver con España, ya que según un estudio de la plataforma Back Market nuestro país se ha convertido en el lugar en el que más smartphones existen por cabeza. Unos datos que nos sitúan en la cabeza de un gigantesco ránking luchando codo a codo con Singapur.
Liderazgo español
España puede presumir de encabeza una de las listas más peculiares del mundo, la de la compra de móviles de última generación. Los datos no engañan, y es que según el Back Market, el 92% de los españoles tiene al menos un smartphone. Unas cifras que se han duplicado durante los últimos cinco años y pero que a partir de ahora parece que irán en caída libre. Cabe destacar que este estudio valora los datos de 2016, año en el que el decrecimiento ha comenzado a producirse.
Los usuarios de este tipo de móviles cada vez se muestran más reacios a comprar un nuevo terminal y mantener el antiguo. La estrategia más utilizada se basa en restaurar su móviles viejos reacondicionándolos con todas las actualizaciones.
La tendencia del derroche
Por otro lado, están aquellas personas que pueden llegar a adquirir hasta 4 smartphones en un mismo año. El mercado de los móviles cambia mucho durante los 365 días, por lo que hay muchos que prefieren ir comprando el terminal más de moda en vez de renovar el que han adquirido unos meses antes. Desde la consultora IDC aseguran que el pasado 2016 se desecharon hasta 343 millones de terminales relativamente nuevos en todo el mundo. Unas cifras gigantescas en las que se puede apreciar claramente el poder de estas empresas.
Es difícil de entender pero España se sitúa claramente por encima de países como China o Estados Unidos en una lista en la que las nuevas tecnologías han creado una adicción difícil de controlar. Se denomina nomofobia y se define como la enfermedad del siglo XXI.
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