Durante décadas, la marihuana fue una de las drogas recreativas más perseguidas. Sin embargo, diversas investigaciones, aun reconociendo los peligros de esta planta, han relativizado su carácter dañino, especialmente en comparación con otros productos; como el alcohol o el tabaco.
Frente al debate actual acerca de la despenalización de la marihuana, muchos se preguntan si realmente es más dañina que el alcohol. Si bien ambos intoxicantes son utilizados de manera recreativa, su penalización, patrones de uso y efectos a largo plazo vuelven a las dos sustancias difíciles de comparar.
Más adictivas que la marihuana
Según la agencia antidrogas de EE.UU., conocida por sus siglas como DEA, un 68 % de los consumidores de tabaco y un 23% de quienes beben alcohol eventualmente desarrollan una dependencia, comparados con solo el 9% de quienes fuman marihuana.
Aunque los Centros del Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. vinculan 88.000 muertes al consumo de alcohol cada año y 480.000 por consumo de cigarrillos y humo de segunda mano cada año en ese país, los efectos de la marihuana en la salud —aunque poco estudiados— son menos graves.
Daños sobre la salud no esclarecidos
Existe una gran dificultad para determinar si el uso de cannabis es la causa directa de lo que le sucede a una persona. Según algunos estudios, el consumo habitual de marihuana dobla el riesgo de sufrir psicosis, especialmente si se tiene familiares con trastornos psicóticos y si se comienza a fumar marihuana durante la adolescencia.
También se ha observado que el uso regular de cannabis durante la adolescencia está relacionado con el doble de posibilidades de sufrir esquizofrenia. No obstante, en ambas investigaciones, algunos autores consideran que no está claro que haya una relación causa-efecto.
Relación causa-efecto
Por este mismo motivo, aunque se ha observado que los adolescentes que toman marihuana tienen peores resultados académicos y tienen más probabilidades de consumir otras drogas ilegales, no se puede afirmar que estos últimos efectos sean causados por la sustancia.
Otro de los efectos del consumo habitual de marihuana durante la adolescencia y la juventud son los trastornos cognitivos, aunque los mecanismos que causan estos trastornos y la posibilidad de que sean reversibles si se deja de tomar la droga no están claros.
El engaño del alcohol
Una de las últimas investigaciones al respecto publicada en el número de Scientific Reports, una subsidiaria de Nature, aportaba una conclusión clara: “El riesgo de la marihuana ha sido sobrevalorado en el pasado”. No sólo eso, sino que propinan un severo revés a las bebidas alcohólicas. “En contraste, el riesgo asociado al alcohol puede haber sido infravalorado a menudo”. El tabaco y el diazepam son otras dos sustancias adictivas más letales que el cannabis, según sus resultados.
Aún así, consumir marihuana es perjudicial
Que la marihuana sea menos tóxica que el del alcohol no significa que no sea una sustancia nociva. El delta 9 tetrahidrocannabinol es un psicoactivo muy potente que al consumirlo afecta a los receptores cerebrales CB1 y CB2 de numerosas estructuras del cerebro, con una serie de efectos neurofisiológicos que dependen de la cantidad ingerida y la frecuencia.
Con la mariguana, las partes más afectadas del cerebro son las neuronas (las células que procesan la información en el cerebro) y los neurotransmisores, pudiendo llevar a la muerte de grandes cantidades por el THC mediante el consumo y lo que dure su afecto.
Sin embargo, no existe registro sobre muertes directamente relacionadas con la marihuana, su consumo o una sobredosis; en contraposición a los cientos de miles que sí existen por alcohol, y ni hablar del tabaco.
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