El origen de los refrescos se remonta a finales del siglo XVIII, y lo más curioso de todo es que la mayoría de ellos, como por ejemplo la Coca-Cola, nacieron como tratamientos terapéuticos que se vendían en farmacias. A España el primer refresco no llegó hasta un tiempo después, concretamente en el año 1835.
Se trataba de la soda, una bebida transparente elaborada con bicarbonato sódico y anhídrido carbónico. Ambos ingredientes dan como resultado un agua carbonatada con un amplio abanico de propiedades, entre ellas la de ser baja en calorías.
La historia de los refrescos tomó un gran impulso en la II Guerra Mundial, cuando los soldados de ambos bandos solían beber bebidas de cola para mantenerse despiertos. Una vez finalizado el conflicto, las compañías empezaron a innovar y a combinar diferentes ingredientes.
Gaseosa española
Un producto clave en la historia de los refrescos en España ha sido la gaseosa. Fue a principios del siglo XX cuando se empezó a fabricar a gran escala, aunque no se popularizó en los hogares hasta los años 50. La Casera nació en 1949, y rápidamente se convirtió en la primera marca de gaseosa a nivel nacional.
En abril de 1950 llegaron las botellas al mercado. Entre 1950 y 1960 se vendieron 380.090 litros de gaseosa, y se añadieron nuevos sabores a limón y naranja. Durante varias décadas, fue el refresco familiar poe excelencia.
Primer refresco light
Hyman y Morris Kirsch, padre e hijo inmigrantes rusos en EE.UU, inventaron el primer refresco sin azúcar en 1904. Querían crear un refresco especialmente indicado para personas con problemas cardiovasculares y diabéticas. Por lo tanto, el refresco light no nació para quienes querían controlar su peso, sino para ofrecer una alternativa a las personas que no podían consumir azúcar.
En 1963 salieron a la venta TAB, el primer refresco light de Coca-Cola y Patio Diet Cola, de Pepsi. Al principio, estas bebidas se lanzaban al mercado con nombres nuevos para que, en caso de que fracasaran, no afectara a su marca principal.
Curiosidades de los refrescos
Aunque este es un dato que muchas personas desconocen, Coca-Cola es el producto más distribuido del mundo. En la actualidad, los estadounidenses beben 215 litros per cápita al año de refrescos.
En el caso de la gaseosa, la botella de vidrio retiene mucho mejor las propiedades de la bebida porque el dióxido de carbono se puede escapar a través del plástico.
Los refrescos carbonatados son las tercera bebida más consumida a nivel mundial.
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