A continuación, vamos a descubrir cuáles son las capas de la piel. Tener esta información es importante, pues este es el órgano más grande de nuestro cuerpo, así como la barrera natural que nos protege de los agentes externos.
Además, es necesario que sepas que es la piel la que nos relaciona con el medio ambiente por medio del tacto, es decir, todo un sentido depende de ella, y también es la encargada de regular la temperatura corporal. Es evidente que es un órgano básico en el cuerpo humano.
Las capas de la piel son tres en total. Pero, sin duda, la que nosotros podemos observar es la epidermis, pues es la más externa. Esta es la encargada de mantener los niveles de hidratación cutáneos adecuados, así como de actuar como protección de la radiación solar.
La epidermis se regenera aproximadamente cada dos meses y está compuesta por cuatro capas o subcapas.
La más superficial de las capas de la epidermis es la capa córnea, que se compone de células muertas que quedan en la superficie.
Luego, encontramos la capa granulosa, que está formada por células indivisibles. Su única función en este órgano es la formación constante de queratina.
En tercer lugar, encontramos la capa espinosa, que también se conoce como la capa de Malpighi. Se compone de diversas filas de células unidas entre sí, que también hacen de nexo de unión con la capa basal, la más profunda de las cuatro de que consta la epidermis, formando una estructura sólida.
Como ya hemos comentado, la cuarta capa es la capa basal, formada por una hilera de células vivas que tienen una actividad constante. Su labor es regenerar la epidermis y los melanocitos, encargados de fabricar la melanina que pigmenta el color de nuestra piel.
Más capas de la piel
¿Imaginabas que la epidermis podía ser tan compleja? Pues no menos es la segunda capa, conocida como dermis, que se ubica en el medio y es la más gruesa de todas.
La dermis se compone de una enorme rede de fibras elásticas, colágeno, grasa, nervios y vasos sanguíneos. Aquí también se ubican los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas.
La función de esta segunda capa es proveer a la epidermis de la resistencia mecánica que necesita, así como de los nutrientes que la alimenten y de la defensa ante infecciones.
Finalmente, tenemos la hipodermis, la menos superficial de todas. Se compone de colágeno y adipocitos o células grasas dispuestas en lóbulos separados por fibras elásticas.
Entre las funciones de esta capa de la piel, encontramos la sujeción muscular y el aislamiento del cuerpo de eventos como traumatismos físicos o temperaturas extremas. También almacena la energía en forma de grasa.
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