Si mientras te das un baño en el mar has sufrido el doloroso pinchazo con una púa de erizo, te has encontrado con uno de los más conocidos equinodermos. No obstante, esta especie no es la única que pertenece al grupo, también encontramos estrellas de mar, por ejemplo, entre muchas otras.
En realidad, los equinodermos son un grupo animal de los más antiguos que existen y de los que desconocemos con exactitud su evolución. Eso sí, son característicos por una serie de singularidades que los hacen únicos.
Entre las características más singulares de las especies que forman este gran grupo animal encontramos que son de vida exclusivamente marina. Es decir, solo pueden ser localizados en el agua de mar.
Otras singularidades que se pueden encontrar en un equinodermo es su simetría pentarradial y su falta de cabeza que, además, no se diferencia en absoluto de su cerebro. Curioso, ¿verdad?
Más características de los equinodermos
Pero no son estas las únicas características que describe a este singular grupo animal. Existen otras interesantes, como sus cuerpos, que siempre están cubiertos por esqueletos calcáreos. En ocasiones pueden estar recubiertos por espinas, como el caso de los erizos, pero no tiene por qué, pues con las estrellas de mar no pasa igual.
En el tema de la reproducción y sexualidad, también encontramos singularidades. Y es que los sexos se suelen encontrar separados, usando para perpetuar la especie la fecundación externa.
Aun así, encontramos que los animales que pertenecen a este grupo presentan morfologías muy diferentes entre sí mismas. Es verdad que comparten ciertas características, como su sistema de pies ambulacrales, que acaban en una especie de sistema de tubos con ventosa al final, elemento que les permite el desplazamiento por los fondos marinos.
Añadir que estos seres no son capaces de nadar. Es decir, solo se desplazan pegados al fondo marino, utilizando su sistema de pies-ventosa, como hemos comentado hace un momento.
En el grupo de los equinodermos encontramos dos grandes subdivisiones. Por un lado, se observan los crinoideos, que poseen boca y ano en la posición denominada ventral. Por otro, se ubican los que tienen la boca opuesta al ano, como el caso de los erizos, las estrellas de mar y las holoturias.
Para saber que estamos ante un equinodermo, hemos de fijarnos en estas características. Sin duda, llama la atención su perfecta simetría radial, casi como si estuviésemos observando una rueda de bicicleta o una bola totalmente redonda.
Source link