Está claro que nuestro planeta vive gracias a varios factores que hacen posible la vida, tanto humana, como animal y vegetal. Uno de estos factores es el Sol, esa enorme estrella que centra nuestro Sistema Solar y por el que se rige la vida en el planeta Tierra.
Desde hace años, muchos científicos ya estudian cuántos años de vida pueden quedarle a gigante estelar con el que todos los seres vivos del planeta morirían si no existiera.
Gracias a las investigaciones del pasado, sabemos que el Sol tiene unos 4.600 millones de años, según recoge una investigación de Science Alert, la estrella más luminosa de nuestro Sistema Solar podría morir en unos 10.000 millones de años.
Según los estudios, el Sol aumenta su brillo un 10% cada mil millones de años, cuando llegue su hora se convertirá en una estrella rojiza para pasar a transformarse en una estrella enana blanca. Mirándolo desde nuestra perspectiva humana, nos queda aproximadamente este tiempo para averiguar cómo salir de la Tierra e instalar la raza humana en otro planeta, por ahora, desconocido.
Nebulosa planetaria
En el artículo publicado en la prestigiosa revista científica, Albert Zijlstra, astrofísico de la Universidad de Manchester, explica el proceso de «muerte» de una estrella, lo que suponen, acabará siendo también la muerte del Sol: «Cuando una estrella muere, expulsa una masa de gas y polvo, conocida como su envoltura, al espacio. La envoltura puede ser hasta la mitad de la masa de la estrella. Esto revela el núcleo de la estrella, que en este punto de la vida de la estrella está funcionando sin combustible, eventualmente apagándose y antes de finalmente morir».
Esto quiere decir que la posible desaparición del Sol en los próximos 10.000 millones de años será un proceso y no se dará de la noche a la mañana. La estrella pasará de ser una nebulosa planetaria, a una gran nube de polvo y gas compuesto por hidrógeno y helio para acabar apagándose poco a poco.
Este proceso se suele dar con el nacimiento de muchas estrellas o con la muerte de las mismas, y sería similar cuando el Sol deje de dar luz al planeta Tierra. Así captó el proceso el Telescopio Hubble en la nebulosa planetaria Hen 2-437 mientras moría una estrella:
Hen 2-437, a planetary nebula located within the north constellation of Vulpecula (the Fox).
Those symmetrical, outstretched “wings” are the gaseous outer layers of a dying star: https://t.co/Pz8JQ9KMry pic.twitter.com/5IvcpjaF9J
— Hubble Space Telescope (@HubbleTelescope) September 9, 2021