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¿Cuándo se habrá vacunado al 70% de los adultos en España? Habría que multiplicar por cuatro el ritmo actual para lograrlo en verano

En España ya se ha vacunado con dos dosis al 2,6% de la población. Aunque se aceleró a final de semana, durante un mes el ritmo ha sido casi constante: cada día se inyecta una dosis al 0,17% de los españoles, unos 500.000 semanales. Pero a este ritmo no se cumplirá el objetivo marcado por la UE: vacunar al 70% de la población adulta antes de verano (58% de la población total). Como muestra el gráfico, de mantenerse la velocidad actual, en septiembre apenas el 20% de la población total estaría vacunada.

La estrategia de las comunidades autónomas, basada en el protocolo del Ministerio de Sanidad, ha sido priorizar las segundas dosis: por eso se intercalan, más o menos, tres semanas de primeras dosis y tres de segundas. Las líneas continuas del gráfico representan la evolución hasta ahora: cerca del 3% de los españoles han recibido las dos dosis y otro 1% ha recibido la primera y está esperando la segunda. Las líneas discontinuas muestran cómo crecería el número de vacunados si se mantiene el ritmo actual.

Para alcanzar el objetivo del 70% habría que multiplicar por cuatro las inyecciones semanales. En eso confía el Gobierno. Sanidad anunció que hasta marzo llegarían 6,5 millones de dosis de AstraZeneca, Moderna y Pfizer. Y hay contratos millonarios con Janssen y CureVac para los próximos meses. Sin embargo, para que estas previsiones se cumplan tienen que darse dos condiciones: que las vacunas lleguen de manera efectiva —está habiendo algún retraso— y que haya capacidad para administrarlas.

España ha estado vacunando al ritmo que llegaban las vacunas. Hasta el 25 de febrero había administrado el 87% de las dosis distribuidas, convirtiéndolo en uno de los países con el mejor porcentaje en la Unión Europea, según los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), que ha señalado al suministro de los fabricantes como el mayor freno de la vacunación en Europa. La capacidad para poner vacunas no ha sido un gran problema hasta ahora, pero podría empezar a serlo. Al llevar la vacunación fuera de lugares acotados, como hospitales o residencias, empieza a haber problemas. “Vacunar por grupos profesionales es más complejo, hay que contar con al menos dos semanas solo para organizar la información de a quién toca y a quién no”, apunta Jaime Jesús Pérez, médico de la Junta Directiva de la Asociación de Vacunología.

La liga de países que vacunan mucho más rápido la encabeza Israel, que ya ha administrado dos dosis al 37% de su población y donde el 53% al menos ha recibido una. El Estado hebreo ha llegado a vacunar a más de 200.000 personas al día (el 2% de la población). Estados Unidos casi triplica el ritmo español (0,45% diario), igual que el Reino Unido (0,5% diario).

Mejores escenarios posibles

Es probable que el ritmo de vacunación en España se acelere —de hecho, en la última semana se administró un 30% de dosis más que la anterior—. Además de la llegada de un mayor número de vacunas, se está aprendiendo a optimizar el proceso: como apuntan en la Asociación de Vacunología, “se está viendo la utilidad de los puntos de vacunación masiva, como polideportivos, que van a ser clave cuando haya más vacunas. Puede llegar mucha gente a la vez y esperar con distancia de seguridad sin problema, algo que en un centro de salud es imposible”.

La pregunta es si la velocidad aumentará lo suficiente como para alcanzar la meta del 70% de adultos inmunizados en verano. A continuación mostramos cómo avanzaría la vacunación en otros tres escenarios posibles.

Cuatro veces más dosis. Esta semana, el presidente del Gobierno dijo en el Congreso que en el segundo trimestre del año la llegada de vacunas se iba a multiplicar por cuatro. ¿Hasta dónde nos llevaría? El gráfico muestra la evolución de personas vacunadas si a partir del 19 de abril se multiplican por cuatro las dosis administradas. Con ese acelerón, para principios de septiembre se rondaría el 58% de personas vacunadas, superando el umbral simbólico del 70% de los adultos.

Al ritmo de Estados Unidos. Otra referencia optimista basada en la experiencia real de otros países consiste en asumir que el ritmo de la vacunación en España puede ser tan alto como es ahora mismo el de Estados Unidos (cada día, el 0,45% de la población recibe una dosis). No bastaría para alcanzar el umbral acordado: se vacunaría al 50% de toda la población al final del verano, el 60% de los adultos.

¿Y si solo se ponen primeras dosis?

Los escenarios anteriores se simulan siempre con la misma estrategia, que es la que se sigue en España: se priorizan siempre las segundas dosis, de manera que hay tres semanas donde un grupo de personas recibe su primera dosis y luego otras tres semanas donde a esas mismas personas se les completa la pauta con una segunda inyección. Al hacerlo así, hay periodos de tres semanas donde solo suben unas, y otro donde suben las otras.

Las comunidades autónomas han seguido hasta el momento esta estrategia, con la idea de garantizar al máximo la protección de los grupos que se están vacunando. Como puede verse en la evolución desde enero, efectivamente hubo unas semanas donde solo subían las primeras dosis; luego estas se pararon y empezaron a subir las siguientes.

El patrón no es perfecto, porque hay excepciones y porque las comunidades pueden desacompasarse. Lo más probable es que se vaya haciendo más borroso con el paso del tiempo. De momento, es una confirmación de que España, como la mayor parte de Europa, está siguiendo un protocolo de vacunación que busca maximizar el número de gente con pauta completada.


Así se alternan las dosis en el proceso de vacunación de la mayoría de países europeos

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

A partir de la cuarta semana se inyectan segundas dosis a personas ya vacunadas.

Al finalizar la sexta semana: 6 grupos con vacunación completada

Al finalizar la 12ª semana: 12 grupos con vacunación completada

Así se alternan las dosis en el proceso de vacunación de la mayoría de países europeos

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

A partir de la cuarta semana se inyectan segundas dosis a personas ya vacunadas.

Al finalizar la sexta semana: 6 grupos con vacunación completada

Al finalizar la 12ª semana: 12 grupos con vacunación completada

Así se alternan las dosis en el proceso de vacunación de la mayoría de países europeos

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

A partir de la cuarta semana se inyectan segundas dosis a personas ya vacunadas.

Al finalizar la sexta semana:

6 grupos con vacunación completada

Al finalizar la 12ª semana:

12 grupos con vacunación completada

Así se alternan las dosis en el proceso de vacunación de la mayoría de países europeos

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

A partir de la cuarta semana se inyectan segundas dosis a personas ya vacunadas.

Al finalizar la sexta semana:

6 grupos con vacunación completada

Al finalizar la 12ª semana:

24 grupos con vacunación completada

Pero esa estrategia no es la única viable. En el Reino Unido optaron desde el principio por poner todas las primeras dosis posibles y posponer hasta 12 semanas las segundas (de Pfizer y AstraZeneca). El objetivo es intentar impactar sobre la difusión del virus cuanto antes, inmunizando al mayor número de personas posible: en los tres primeros meses el ritmo avanza muy rápido y se duplica el número de personas que tienen al menos una parte de la protección.


La estrategia del Reino Unido: administrar todas las primeras dosis posibles durante 12 semanas

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

Al finalizar la sexta semana: 6 grupos con primeras dosis inyectadas

Al finalizar la 12ª semana: 12 grupos con primeras dosis inyectadas

A partir de la 13ª semana se empiezan a inyectar segundas dosis a personas ya vacundadas.

La estrategia del Reino Unido: administrar todas las primeras dosis posibles durante 12 semanas

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

Al finalizar la sexta semana: 12 grupos con primeras dosis inyectadas

Al finalizar la 12ª semana: 12 grupos con primeras dosis inyectadas

A partir de la 13ª semana se empiezan a inyectar segundas dosis a personas ya vacundadas.

La estrategia del Reino Unido: administrar todas las primeras dosis posibles durante 12 semanas

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

Al finalizar la sexta semana:

12 grupos con la primera dosis inyectada

Al finalizar la 12ª semana:

24 grupos con la primera dosis inyectada

La estrategia del Reino Unido: administrar todas las primeras dosis posibles durante 12 semanas

Cada semana se vacuna a dos grupos de personas.

Al finalizar la sexta semana:

12 grupos con la primera dosis inyectada

Al finalizar la 12ª semana:

24 grupos con la primera dosis inyectada

El siguiente gráfico muestra cómo sería la situación en España de haber seguido una estrategia como la del Reino Unido con sus vacunas. Con el ritmo de vacunación español actual, ahora tendríamos un 5% de personas con, al menos, una dosis y casi un 20% a finales de mayo, cuando empezaríamos a inyectar segundas dosis. Al final del verano un 25% de la población tendría una dosis y cerca del 20%, dos dosis.

La mayoría de países desecharon esa estrategia porque era más incierta (los resultados de los ensayos de Pfizer o Moderna se habían centrado en probar la eficacia con dos dosis separadas por tres o cuatro semanas). Pero estudios con datos de Israel, Escocia y el Reino Unido están descubriendo que la primera dosis ofrece ya bastante protección contra la enfermedad o el riesgo de ser hospitalizado. También es posible que evite contagios (hasta un 50% un mes después). El epidemiólogo Miguel Hernán, de la Universidad de Harvard, ha publicado un estudio sobre los efectos de la vacuna en Israel durante las últimas semanas que lo confirman, aunque también la superior eficacia de la segunda dosis: “Nuestros resultados indican que una sola dosis es efectiva, aunque no tanto como dos dosis. Esto no es sorprendente. Ya se veía en el ensayo clínico. Será interesante ver en estudios futuros si espaciar más las dosis aumenta la efectividad después de la segunda inyección”.

Como está ocurriendo en esta pandemia, decidir cómo actuar es siempre una gestión de incertidumbre: hay que tomar decisiones con información incompleta. “A día de hoy no hay datos sólidos que confirmen la superioridad de usar las vacunas existentes para priorizar primeras dosis [como hace el Reino Unido] en vez de para completar el régimen de vacunación en 3-4 semanas [como hacen prácticamente todos los otros países]”, dice Hernán. “Con la información disponible actualmente se pueden defender ambas estrategias. Afortunadamente, en dos o tres meses, cuando la disponibilidad de vacunas sea mucho mayor, esta discusión dejará de ser importante.”


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