¿Cuántos días dura la leche abierta en la nevera?

Para entender cuántos días dura la leche abierta en la nevera, es importante saber la diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. La fecha de caducidad indica hasta cuándo podemos consumir un alimento de manera segura para la salud. Mientras, la fecha de consumo preferente  es aquella a partir de la cual el alimento pierde alguna de sus propiedades, como el gusto o la textura, pero se puede consumir sin ningún riesgo para la salud.

Tipos de leches

Existen los diferentes tipos de leches:

  • Leche cruda: tal y como su propio nombre indica, la leche cruda es la que se obtiene directamente del animal, y no se somete a ningún proceso de esterilización. Es la más natural, pero también la que más riesgos presenta para la salud. La recomendación es consumirla de inmediato, aunque también se puede conservar en frío durante un máximo de 48 horas.
  • Leche pasteurizada: también conocida como leche fresca, es aquella que se hierve a altas temperaturas para que consumirla sea más seguro. La fecha de caducidad suele ser de dos meses.
  • Leche UHT: esta leche ha sido sometida a un proceso que recibe el nombre de uperización. Es la que más se consume en Europa, ya que, siempre y cuando no esté abierta, se puede conservar fuera de la nevera. Presenta fecha de consumo preferente.
  • Leche esterilizada: la leche esterilizada ha sido sometida a un proceso de esterilización muy agresivo. Puede conservarse hasta seis meses después de la fecha de consumo preferente si está cerrada.

Leche abierta en la nevera

La caducidad de la leche depende de distintos aspectos, como el tipo de leche o el envase, pero en líneas generales, una vez abierta, su vida útil en la nevera es de tres o cuatro días.

La cantidad de grasa sí afecta en cierta medida a la velocidad a la que pierde propiedades y se enrancia la leche, pero en este periodo de tiempo tan corto la diferencia es mínima.

Cabe señalar que la costumbre de colocar la leche en la puerta de la nevera es un gran error. ya que es una de las zonas con más pérdidas y diferencias de temperatura.

«No olvidemos que la leche es un producto con mucha proteína y líquido, lo que más les gusta a las bacterias, por lo que aunque sea estéril, en el momento que se abre empieza contaminarse con microorganismos del ambiente», explica Lluís Riera, experto en seguridad alimentaria de Saia, según recoge el diario ’20Minutos’.


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