Cuatro ‘Mercedes’ en cabeza y revolución en la zona media

Con cuatro Mercedes en cabeza, así empezó un GP de Hungría que solo la lluvia podría cambiar para que la lucha en la cima no se quede en una misma casa. Los dos oficiales, con Hamilton al frente marcando su mejor crono con el neumático duro, y Valtteri Bottas en segunda posición a 0”086, empezaron a exhibir su fuerza también en un circuito de mucha carga. Las ‘flechas negras’ son las mejores en cualquier condición y no tienen rival, y lo demostraron en unos primeros entrenamientos libres del GP de Hungría en el que los de Brackley fueron secundados por los que se podrían definir como sus propios ‘escuderos’. Su equipo ‘B’ en cubierto, un ‘Mercedes rosa’ en el que si rascáramos con la uña alguna parte del monoplaza, bien podríamos encontrarnos con el dedo manchado de plateado.

Desde los test que se especula con la posibilidad de que Racing Point haya comprado el Mercedes campeón de 2019, algo que les asegura estar a medio segundo del monoplaza de la estrella de este 2020. Y de nuevo, ‘Checo’ Pérez demostró que dicha teoría no va tan mal encaminada al quedarse a 0”527 de Hamilton, superando en más de 4 décimas a un Stroll que sigue dejando claro que está ahí por sus millones y su apellido y por ninguna razón más.

En plena polémica por la queja de Renault, que asegura que Racing Point usa las mismas tomas de freno que Mercedes en el pasado curso, un componente que en este 2020 debe crear cada equipo por su cuenta por norma, la formación rosa volvió a demostrar su enorme potencial, dando la razón a un Carlos Sainz que el jueves avisaba, preocupado por “lo cerca” que están los coches rosas de los Mercedes y por el superior ritmo de carrera que mostraron en comparación a un Red Bull que en Hungría empezó sufriendo mucho, con Verstappen en octava posición.

Así, el escenario de inicio para Mercedes parece el mejor posible, con un claro dominio, sin ningún otro aspirante a la victoria, y con sus amigos de Racing Point justo detrás, protegiéndole la espalda. De perlas para ellos. No para la F1, que de esta manera, acaba perdiendo la emoción que podría haber en un trazado tan bonito como el de Hungría.

Solo podría aparecer gracias a la lluvia, que podría hacer acto de presencia el sábado y el domingo. Pero las probabilidades no son tan elevadas como en el segundo fin de semana de Austria, y si finalmente la ‘qualy’ y carrera es en seco, la única emoción podría estar en la zona media.

Ferrari y Renault pillan a contrapié a McLaren

En el segundo pelotón de la parrilla, ya con Racing Point definitivamente fuera de él, se produjo una auténtica revolución respecto a lo visto en Austria. Renault mejoró mucho su rendimiento de inicio e incluso los franceses se mostraban sorprendidos por ello, con un buen Daniel Ricciardo en la quinta posición a 1”197 de Hamilton y a 6 décimas de Pérez.

El australiano superó en 38 milésimas a Vettel, primer Ferrari en la sexta posición por delante de Leclerc en un día en el que los italianos dieron síntomas de mejora tras el desastre austríaco. Los coches rojos no están para alcanzar el podio si no hay una carrera loca, pero por lo menos, quedó claro que en un trazado de alta carga, sí pueden pelear con más armas con los Renault y los McLaren. Su principal problema son las rectas, algo de lo que el Hungaroring escasea, y por ello, los de Maranello pueden aspirar a algo más que hace una semana en esta pista.

El paso al frente de Ferrari contrastó con el difícil inicio de McLaren, con Carlos Sainz en 11ª posición y Lando Norris en la 9ª. Los dos pilotos no se encontraron cómodos con el MCL35 en un trazado tan revirado y lleno de curvas de media velocidad, por lo que deberán seguir trabajando en la segunda sesión para encontrar los reglajes adecuados que les permitan pelear por estar en una Q3 que estará tremendamente cara.