La adopción de políticas de enmascaramiento universal puede ayudar a evitar futuros confinamientos, especialmente si se combina con otras intervenciones.
Los cubrebocas de tela también pueden reducir la exposición de los usuarios a gotitas finas y partículas de menos de 10 micrones, lo que en conclusión ayuda a prevenir el contagio del Covid-19 y otras enfermedades infecciosas, indica un informe científico publicado este martes por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Para el periódico The New York Times, esta afirmación es un paso adelante en las recomendaciones previas de autoridades sanitarias que indicaban que los cubrebocas o máscaras eran efectivas solo para proteger a las personas de alrededor.
El informe indica que la efectividad de esta medida sanitaria ha variado ampliamente entre los estudios, en gran parte debido a la variación en el diseño experimental y los tamaños de partículas analizados.
Entre las conclusiones del informe destaca que el rendimiento del cubrebocas mejora si tiene varias capas de tela con mayor número de hilos.
Destacan los cubrebocas hechos con polipropileno porque pueden mejorar la “eficacia del filtrado al generar carga triboeléctrica (una forma de electricidad estática) que mejora la captura de partículas”. También son especialmente útiles los materiales de seda porque “pueden ayudar a repeler las gotas húmedas (…) y así mantener la transpirabilidad y la comodidad”.
Para las autoridades sanitarias de Estados Unidos, el enmascaramiento forma un círculo virtuoso para frenar la expansión del Covid-19, ayuda a controlar la difusión del virus pero también como forma de protección personal para el usuario de la máscara.
Las conclusiones son contundentes: “La relación entre el control de la fuente y la protección personal es probablemente complementaria y posiblemente sinérgica. Se necesitan más investigaciones para ampliar la base de pruebas del efecto protector de las máscaras de tela y, en particular, para identificar las combinaciones de materiales que maximizan su eficacia de bloqueo y filtrado, así como el ajuste, la comodidad, la durabilidad y el atractivo para el consumidor. La adopción de políticas de enmascaramiento universal puede ayudar a evitar futuros confinamientos, especialmente si se combina con otras intervenciones no farmacéuticas como el distanciamiento social, la higiene de manos y la ventilación adecuada”.
En Aristegui en vivo, las doctoras Roxana Trejo González, experta en Epidemiología y control de infecciones, y Samantha Velázquez Challa, pediatra en el Instituto Nacional de Pediatría, explicaron la forma de utilizar el cubrebocas de forma que sea efectivo para prevenir el contagio de enfermedades infecciosas
Usos del cubrebocas en el “mundo real” (traducción del reporte del CDC):
- Caso 1: Dos estilistas con enfermedades infecciosas interactuaron con 139 clientes durante 15 minutos durante un periodo de ocho días. Todos los participantes del estudio usaron cubrebocas. Investigadores entrevistaron a 67 de los 139 clientes y ninguno desarrolló enfermedad.
- Caso 2: Un estudio en Tailandia con entrevistas a mil personas concluyó que aquellas personas que usaron cubrebocas en exposiciones de alto riesgo al virus experimentaron una reducción de más del 70 por ciento en el riesgo de contraer una infección, en comparación con personas que no usaban máscaras en estas circunstancias.
- Caso 3: Un estudio a bordo del portaaviones Theodore Roosevelt (donde todos viven y trabajan en entornos cerrados) encontró que el uso de cubrebocas se asoció con una reducción del riesgo de contagio del 70 por ciento.