Imagina que esos dos o tres litros de agua que bebes a diario para mantenerte hidratado contuvieran impurezas, partículas en suspensión o, peor aún, patógenos dañinos. ¿Por qué no aplicar el mismo criterio a los 10.800 litros de aire que respiras cada día? O, al menos, a la mayor parte de ese enorme y vital volumen.
No hace falta comprar el aire embotellado para darnos cuenta de lo importante que es su pureza. La ciencia ha demostrado que a menudo los espacios cerrados como viviendas y oficinas, allí donde pasamos el 90% de la vida, están de dos a cinco veces más contaminados que el aire exterior.
Donde creíamos estar más protegidos es donde respiramos más riesgo en forma de polvo, moho, alérgenos y todo tipo de virus y bacterias, además de sustancias que nosotros mismos añadimos al cóctel, desde el CO2 de la expiración al humo del tabaco o las emisiones nocivas de productos de limpieza y de los propios materiales, revestimientos de los edificios y otros componentes volátiles, en muchos casos, cancerígenos.
No podemos decidir la calidad del aire urbano ahí fuera, pero sí en espacios interiores gracias a la tecnología especializada y aliada de la salud, tanto preventiva como reactiva. Depurar un ambiente viciado no solo nos ayuda a evitar problemas respiratorios a la larga, sino a tratarlos cuando ya están aquí. Ayuda a personas de cualquier edad que no sufren ninguna patología a seguir sanas. Y a personas propensas a esas dolencias o grupos vulnerables como niños y, especialmente, mayores.
Es estos últimos días proliferan las noticias sobre la posible transmisión de la covid a través de los aerosoles, es decir, las partículas de la respiración suspendidas en el ambiente sobre todo de lugares cerrados. De confirmarse, la primera recomendación para evitarlo está clara: la ventilación, el filtrado y la purificación de ese aire.
Si nos referimos a oficinas, viviendas y cualquier otro espacio cerrado, hablamos de trabajo productivo, de ocio para desconectar y de calidad de vida familiar en casa. De entornos que en teoría diseñamos para compartir, estimular o sosegar, pero que no terminan de lograrlo si el ambiente no es saludable. El aire es clave en ese hábitat porque contribuye a reducir problemas como la sequedad en los ojos, el cansancio y una oxigenación pobre. Un ambiente acogedor de verdad va más allá de la comodidad, implica ese difícil equilibrio de un aire fresco o suficientemente cálido, ni muy seco ni demasiado húmedo, ventilado y siempre limpio.
Un especialista como Mitsubishi Electric alcanza todos estos objetivos de confort y salud con tres tecnologías complementarias: el filtrado que combate las impurezas, la ventilación para renovar constantemente el aire doméstico y la purificación para mantenerlo en condiciones óptimas.
Filtro Plasma Quad Plus
El único filtro avalado por la Sociedad Española de Alergología e Inmunologia Clínica, ya que neutraliza el 99% de las bacterias y virus. Funciona como una cortina eléctrica: recoge las moléculas infecciosas y contaminantes y, mediante un proceso interior de descarga eléctrica, las neutraliza. Permite capturar partículas hasta 30 veces más pequeñas que el ancho de un cabello humano.
Sistema Lossnay de ventilación con recuperación de calor
Mantener una circulación constante de aire fresco es imprescindible —especialmente en espacios donde conviven, trabajan o transitan muchas personas— para no sobrepasar los niveles máximos recomendados de CO2, extraer de forma sistemática los patógenos suspendidos y evitar molestias como malos olores y la acumulación de humedad. En definitiva, para asegurar la calidad del aire interior.
Lossnay es el sistema de ventilación descentralizada de Mitsubishi Electric que mejor logra ese objetivo. Al proporcionar una recuperación total del calor, garantiza una mayor eficiencia energética y mejores niveles de recuperación, comparados con sistemas de calor sensible y ventiladores sin recuperación. El ahorro en la factura energética asegura un retorno rápido de la inversión.
Nueva gama de purificadores
La principal función de un purificador es capturar elementos contaminantes o tóxicos. Su funcionamiento es sencillo: un ventilador de altas prestaciones aspira el aire de la estancia y lo devuelve a la misma tras forzarlo a pasar por una serie de filtros potentísimos que capturan partículas microscópicas de hasta 0,1 μm de diámetro y eliminan los malos olores, quedando el aire bien limpio.
El mecanismo como tal parece simple, pero la diferencia estriba en una potencia y un rendimiento óptimos como los de la nueva gama de purificadores de Mitsubishi Electric, capaz de mantener totalmente libres de impurezas ambientes en espacios de hasta 100 m2. Entre otras soluciones de última generación, incorpora filtros HEPA para capturar virus y bacterias aéreos con una eficacia de hasta el 99%.
Además, esta gama de purificadores ha sido diseñada procurando que tanto su manejo como su mantenimiento sea lo más sencillo e intuitivo posible para que personas de cualquier edad puedan utilizarlo sin necesitar ningún tipo de ayuda. También destacan su comodidad para transportarlo y para guardarlos en cualquier rincón cuando no se utilicen.
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