Si este verano tienes pensado irte de vacaciones con el coche, es muy importante que antes de ponerte al volante conozcas la normativa vigente. Por ejemplo, una de las multas más frecuentes en los meses de verano es por conducir con chanclas o sin camiseta. Pues bien, también debes saber que la DGT no permite comer o beber mientras se conduce porque se considera una distracción y, por lo tanto, puede ser sancionable.
En verano, debido a las altas temperaturas, seguro que de vez en cuando te apetece beber un poco de agua. Si viajas con un copiloto, es tan sencillo como que te pase la botella y tú le des un trago. Aunque es algo que hace muchísima gente, no está permitido. Lo correcto según la DGT es detenerse en una estación de servicio para comer o beber.
La multa asciende a 200 euros y la pérdida de dos puntos del carnet de conducir. En noviembre de 2020 esta norma trajo una gran polémica después de que un hombre recibiera una multa de 80 euros por ir comiendo una magdalena mientras conducía.
Una vez aclarado este punto, queremos resolver una de las grandes dudas de los conductores en los meses de verano: ¿se puede sacar el brazo por la ventanilla? La Dirección General de Tráfico no lo recoge como una infracción, aunque la sanción puede ser de 80 euros. Depende básicamente de cómo interprete el agente de tráfico la norma.
En cualquier caso, es algo que bajo ninguna circunstancia deberías hacer porque es muy peligroso. Si otro vehículo pasa muy cerca del tuyo podría provocarte lesiones graves. Además, llevar apoyado el codo en la ventanilla te obliga a tomar el volante sólo con una mano, lo que dificulta en gran medida la conducción.
Los mejores consejos para conducir en verano con seguridad
Antes de salir de viaje, te recomendamos que pongas a punto el vehículo. Llévalo al taller para que lo revise, prestando especial atención al sistema de climatización. A la hora de ponerte al volante, lo mejor es que apuestes por unas zapatillas de lona y ropa de algodón.
Procura conducir en las horas menos calurosas del día porque las altas temperaturas hacen que te deshidrates y tus reflejos se ven mermados.
La DGT aconseja que cada dos horas de conducción se hagan paradas de 20 minutos. Aprovecha este tiempo para hidratarte y estirar las piernas.
Y, por último, la temperatura del coche debe oscilar entre los 21 y los 23 grados centígrados.
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