Curiosidades de los semáforos que te sorprenderán

Todos nosotros convivimos con los semáforos a diario y estamos acostumbrados a verlos en las calles, pero hasta hace relativamente poco no existían. El primer semáforo se instaló en la ciudad de Londres a finales del siglo XIX, diseñado por John Peake Knight. Hay algunas curiosidades sobre los semáforos que resulta de especial interés conocer.

Historia 

El primer semáforo de la historia no era luminoso ni eléctrico. Funcionaba con unas palancas, de forma muy similar al ferroviario, y un agente de policía se encargaba de accionarlo. Para que fuera visible por la noche, contaba con dos faroles de gas, uno de color verde y otro rojo. Sin embargo, sólo dos meses después de su instalación, explotó, y el policía que lo controlaba resultó herido de gravedad.

El lanzamiento del coche Ford T fue muy importante ya que, gracias a su bajo precio, permitió a millones de personas acceder al coche. El tráfico de vehículos a motor en las ciudades aumentó de forma exponencial en apenas unos años, y en 1910 se instaló el primer semáforo automático.

Sin embargo, no fue hasta 1920 cuando apareció el primer semáforo con tres luces que conocemos en la actualidad, de la mano de William Potts.

Colores

En lo que respecta a los colores del semáforo, copiaron el código del sistema ferroviario, que tiene un alto espectro de visibilidad. El rojo es un color brillante que siempre se ha asociado con el peligro, y que significa parar.

El color amarillo se eligió como una transición entre el rojo y el verde, a modo de advertencia para reducir la velocidad y dar paso a los peatones. Y, el verde, que en el código ferroviario empezó siendo una señal de precaución, ahora que significa que los vehículos tienen permitido el paso.

Mundo

En Japón, el color verde de los semáforos se ha sustituido por el azul. No está demasiado claro el por qué de esta decisión, pero todo apunta a que se trata de una cuestión lingüística. En Japón, se utiliza la misma palabra para el verde y el azul, en función del tono del color y del contexto.

En Berlín, los semáforos de la zona este son de lo más curiosos. Karl Peglau creó la figura del conocido como Ampelmännchen, un muñeco que representa a un hombre con el sombrero típico del Berlín Oriental, en 1961. Tras la caída del Muro de Berlín, se convirtió en un símbolo de la ciudad.


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