El color azul Klein es un tono muy peculiar debido a su intensidad. Su nombre procede del artista que lo creó, el francés Yves Klein. Fue un controvertido y original personaje artístico cuyo talento le llevó a crear no solo esta tonalidad, sino también técnicas tan arriesgadas como la antropometría y las performances. Te contamos más sobre este peculiar artista y su color.
Nació en el año 1928, en la ciudad de Niza, y fue un verdadero revolucionario. Cansado de los pinceles, pintó con esponjas y rodillos para finalmente usar a modelos cuyos cuerpos desnudos cubría con pintura para que se movieran como si fueran pinceles sobre el papel en blanco que extendía en el suelo para tal fin e incluso en paredes. Fue lo que se denominó antropometría.
Su original concepción del arte le llevó a pintar un lienzo a base de salpicaduras que provocaba un bote de pintura que llevaba en su coche mientras lo iba conduciendo a una velocidad superior a 100 km/h. Creó también una pieza musical denominada monótona, la cual tenía unicamente una nota que se tocaba durante 20 minutos ininterrumpidamente e incluso llegó a inaugurar una exposición en la que no había nada, solo espacio totalmente vacío.
Curiosidades relacionadas con el color azul Klein
No es de extrañar que expresara su arte a través de la pintura monocromática, mediante la cual reivindicaba la unidad y la fuerza. Fue en el año 1957, después de usar durante un largo período de tiempo los colores rosa y dorado, que se decantó por el azul ultramarino. Estas fueron sus palabras respecto a este color: «Al principio no hay nada, luego hay un profundo vacío y después de eso una profundidad azul».
Y así creó posteriormente el azul klein, mezclando el pigmento de azul ultramar con Rhodopas M, un aglutinante que consigue que se mantenga la intensidad del color.
Además de las relacionadas con su creador, hay otras muchas.
La base del color azul Klein es el azul de ultramar, que en la Edad Media se obtenía a partir del lapislázuli, un mineral que se extraía principalmente de Afganistán. Este se machacaba y se convertía en pigmento, el cual era trasladado en barco, por lo que su precio era más caro que el del oro. Incluso el pintor Johannes Vermeer endeudó a su familia para poder pintar con este pigmento.
La diseñadora de zapatos Valeria ValBlu McCulloch solo viste de este color desde hace muchos años. Curioso, ¿no?
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